El derecho de Cuba a un desarrollo soberano es incuestionable! ¡La política de sanciones es criminal!
Declaración del Presidium del Comité Central del Partido Comunista de la Federación de Rusia.
La segunda entrada de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos está marcada por otra decisión anticubana. La República de Cuba ha vuelto a ser incluida por Washington en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo. El FRPC condena enérgicamente estas acciones y aboga por la firme adhesión a los principios de igualdad soberana de los Estados y de no injerencia en sus asuntos internos.
Los pueblos del mundo tienen un derecho incuestionable a defender su independencia. Durante muchas décadas, Cuba ha seguido firmemente su opción histórica. A pesar de su especial situación geográfica, ha resistido firmemente el estrangulamiento financiero y económico y las provocaciones políticas de Estados Unidos.
Mientras finalizaba su mandato presidencial, J. Biden tomó decisiones para suavizar la política de sanciones anticubanas. En primer lugar, Cuba fue excluida de la lista de países patrocinadores del terrorismo. También, en particular, se cerró la lista de instituciones cubanas con las que los ciudadanos e instituciones estadounidenses tienen prohibido realizar transacciones financieras con impacto negativo en terceros países.
Ahora está claro que la cancelación de algunas de las medidas discriminatorias no sólo fue extremadamente limitada, sino también completamente hipócrita. En primer lugar, Biden aceptó reducir la presión sobre Cuba sólo al final de su presidencia. En segundo lugar, la administración saliente era muy consciente de las intenciones anticubanas de Donald Trump, por lo que la «suavización» de la política estadounidense duró sólo unos días. Este tipo de juegos políticos contra un pueblo heroico es un ejemplo de la más cínica política imperialista y neocolonial.
El pueblo cubano y su Gobierno son insistentes en sus constantes demandas de que se ponga fin a la injerencia en los asuntos internos de su país. La posición de la República de Cuba cuenta con el firme apoyo de numerosos gobiernos, especialmente de América Latina y el Caribe. Los parlamentos de los Estados mayoritarios del mundo y organizaciones políticas y sociales han reclamado reiteradamente el fin del chantaje de las sanciones.
En julio de 2024, los diputados de la Duma Estatal de Rusia hicieron por unanimidad una declaración «Sobre la retirada de la República de Cuba de la lista del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América de Estados patrocinadores del terrorismo», y en octubre aprobaron un llamamiento a la Asamblea General de la ONU sobre la necesidad de poner fin al bloqueo de Estados Unidos a la República de Cuba.
La decisión de Biden, claramente tardía, supuso la reducción de medidas que perjudican a la economía cubana y golpean a la población. El embargo económico en su conjunto se mantuvo, al igual que muchas de las sanciones de décadas contra Cuba y la mayoría de las nuevas medidas coercitivas impuestas desde 2017 bajo la presidencia de Trump.
La guerra económica de Estados Unidos contra Cuba ha durado más de 60 años. Sigue siendo un obstáculo fundamental para el sano desarrollo de la economía cubana, provocando costos en la vida social. Este curso va acompañado de enormes inyecciones del presupuesto federal estadounidense en programas de intervención en la vida doméstica cubana y operaciones para desacreditar a las autoridades cubanas.
Queda absolutamente claro que no existe ninguna razón objetiva para que Cuba sea incluida en la arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado norteamericano. En este caso, el mundo se enfrenta a uno de los hechos de total arbitrariedad en el ámbito internacional. Al mismo tiempo, las actividades del Estado que se ha arrogado el derecho de imponer sanciones están marcadas por numerosos ejemplos de acciones subversivas contra otros países, actos de agresión y acciones intervencionistas. Ahora mismo, ante los ojos de todo el mundo, se está desarrollando la intervención estadounidense en Canadá y Groenlandia, México y Panamá.
Los comunistas rusos son muy conscientes de la determinación de Cuba de resistir la política de guerra económica contra su pueblo. Apoyamos plenamente a la Isla de la Libertad en su empeño por seguir su propio camino, desafiar cualquier presión exterior y defender consecuentemente sus intereses nacionales.
El comportamiento de Washington hacia Cuba no puede valorarse sino como una forma completa de terrorismo político internacional. Ninguna persona decente, ninguna fuerza política justa y ningún Estado verdaderamente soberano puede aceptar tales acciones.
En nombre de sus millones de simpatizantes, el Partido Comunista de la Federación Rusa declara: «¡No al bloqueo de Cuba! ¡No al bandidaje internacional!» (KPRF.RU)