Señor Presidente,
El tratamiento de los derechos humanos debe basarse en los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad, no selectividad, diálogo constructivo y cooperación. Lamentablemente, el CDH ha actuado en la dirección opuesta en los últimos años.
La utilización de los derechos humanos con fines de presión política ha obstaculizado nuestra labor y ha elevado exponencialmente la confrontación y la injerencia en los asuntos internos, en detrimento del respeto, el diálogo y la cooperación.
Señor Presidente,
Cuba reitera su compromiso con el Paquete de Construcción Institucional del CDH y aboga por su respeto y pleno cumplimiento.
Al respecto, se suma al consenso en torno al documento A/HRC/OS/18/L.1 sobre la eficiencia del CDH y agradece el trabajo desarrollado por Indonesia y Suiza como países cofacilitadores del proceso.
Con respecto a la revisión del estatus del CDH, como trasladamos de forma clara y transparencia a nuestro cofacilitador regional, es un proceso que corresponde a la Asamblea General de Naciones Unidas. Imponer al CDH un mandato que no tiene, significa desconocer la resolución 65/281 y el delicado consenso alcanzado en torno al Paquete de Construcción Institucional del CDH.
Reconocemos la labor desempeñada por el Buró del CDH durante el año y reiteramos la importancia de que actúe acorde a su mandato enfocado en cuestiones de organización y procedimiento. Asimismo, reconocemos el trabajo profesional y de colaboración desempeñado por la Secretaría.
Felicitamos al distinguido Representante Permanente de Suiza por su elección como presidente del CDH y trasladamos nuestra voluntad de cooperar en función de un tratamiento balanceado de todos los derechos humanos.
Señor Presidente,
Como miembro del CDH, mi país continuará promoviendo el respeto, la cooperación y el tratamiento balanceado de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo. Continuaremos, además, presentando nuestras iniciativas tradicionales. Abogaremos por poner fin a la politización, la selectividad y los dobles raseros, que amenazan con convertir al Consejo en un órgano inoperante, poco creíble y fracasado.
Muchas gracias.
