París, 6 de mayo. Cuba participa en la reunión Intergubernamental del Comité Especial del Grupo de Expertos y legales convocada por la UNESCO como parte del proceso que lidera la Organización para la elaboración de una Recomendación sobre la Ciencia Abierta.
La delegación cubana está compuesta por Yahima Esquivel Moynelo, Embajadora, Representante Permanente de Cuba ante la UNESCO; el Dr. Ricardo Casate Fernández, investigador del Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT) de Cuba; Aimeé Pujadas Clavel, Tercera Secretaria de la Delegación Permanente de Cuba ante la UNESCO y por Bryan Gual Navarrete, funcionario de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO.
Durante la intervención en el debate general, la Embajadora denunció el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba en el desarrollo científico-tecnológico del país y enfatizó en que mientras existan medidas coercitivas unilaterales no será posible que todos los países contribuyan y se beneficien de la ciencia abierta en igualdad de condiciones.
“Producto de esa injusta política, los investigadores científicos, académicos y la población cubana en general, no pueden acceder a determinados sitios y servicios que facilitan la colaboración, el intercambio y la capacitación. Las plataformas cubanas se ven imposibilitadas de utilizar el DOI, uno de los identificadores persistentes de objetos digitales más empleados en las infraestructuras de ciencia abierta, lo que afecta su interoperabilidad. Tampoco pueden emplear programas informáticos que, a pesar de distribuirse bajo licencias abiertas, su descarga y uso están restringidos para nuestro país. El bloqueo, además, obstaculiza el acceso de Cuba a la cooperación científica y académica internacional”, manifestó Esquivel.
Igualmente, reconoció el potencial de la UNESCO para impulsar prácticas científicas más inclusivas y colaborativas que mejoren el acceso a la información científica y el intercambio de conocimientos; y destacó la contribución que puede realizar la Organización al desarrollo de capacidades e infraestructuras de ciencia abierta, el fomento de una mayor participación social en la ciencia; así como de la transdisciplinariedad, en diálogo con los saberes comunitarios.
La representante de Cuba resaltó que la pandemia de la Covid-19 ha ratificado la necesidad de avanzar hacia un modelo de gestión de la ciencia y el conocimiento con un mayor enfoque de colaboración, accesibilidad e intercambio de información y datos en beneficio de la ciencia y de toda la sociedad.
“Los principios de la Ciencia Abierta han sido factores importantes para comprender el comportamiento del virus causante de la COVID-19. Lo anterior ha permitido perfeccionar los protocolos para el tratamiento a los enfermos, desarrollar en tiempo record varias vacunas y avanzar en los ensayos de rigor de otros candidatos vacunales, entre ellos cinco cubanos. Sin embargo, somos testigos de una desigual distribución de las vacunas y de las barreras para que sus patentes sean abiertas y se conviertan en un bien común, a pesar de la contribución del financiamiento público en su desarrollo”, enfatizó.
Tras la decisión adoptada durante la 40ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2019, la Organización dio inicio a un amplio proceso de consultas que culminará en 2021 con la adopción de la Recomendación sobre la Ciencia Abierta durante la 41 Conferencia General.
Misión Permanente de Cuba ante la UNESCO