París, 16 de septiembre de 2025. — La República de Cuba participó activamente en la consulta regional virtual organizada por el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, dirigida a actores relevantes de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) del Caribe. El encuentro tuvo como objetivo contribuir al diseño de la nueva Estrategia de Patrimonio Mundial para los PEID y definir los próximos pasos en su desarrollo.
Durante la reunión, Laura Alvarez Delgado, Tercera Secretaria de la Delegación Permanente de Cuba ante la UNESCO, presentó las principales experiencias, desafíos y potencialidades del país en la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial de 1972. En su intervención, subrayó el firme compromiso de Cuba con la protección del patrimonio natural y cultural, así como el papel activo del Estado cubano en la educación patrimonial, la gestión participativa de los sitios y el fortalecimiento de las capacidades locales.
Alvarez destacó que Cuba cuenta con nueve sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial y con un marco institucional sólido para la conservación y restauración, liderado por la Oficina del Historiador de La Habana y un amplio sistema de instituciones culturales y científicas. Resaltó, además, la coherencia entre las políticas nacionales de desarrollo sostenible y las prioridades de la UNESCO, particularmente en materia de cultura, medio ambiente y resiliencia comunitaria.
La representante cubana señaló también las potencialidades de cooperación Sur-Sur y triangular que Cuba impulsa en el Caribe, mediante el intercambio de experiencias en la gestión patrimonial, la conservación costera y el aprovechamiento del turismo sostenible como fuente de ingresos para las comunidades locales.
En el análisis de las principales amenazas y debilidades, la representante cubana se refirió al impacto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos, que obstaculiza el acceso a materiales, tecnologías y financiamiento internacional necesarios para la conservación del patrimonio. Este contexto —añadió— incrementa los costos de mantenimiento, dificulta la cooperación científica y cultural, y limita el aprovechamiento de oportunidades de capacitación y movilidad académica.
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo han sido reconocidos desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 como un grupo especialmente vulnerable, debido a su exposición a los desastres naturales, su fragilidad económica y la necesidad de preservar sus identidades culturales. En respuesta, la UNESCO ha desarrollado planes estratégicos en todos sus sectores —educación, ciencias naturales, sociales, comunicación y cultura— para fortalecer sus capacidades y resiliencia.
La nueva Estrategia de Patrimonio Mundial para los PEID hasta el 2029 contempla seis programas de aceleración que buscan proteger y promover la cultura como vía para el desarrollo sostenible, con énfasis en la gestión del riesgo, la transmisión intergeneracional de saberes y el acceso equitativo a la cooperación internacional.
