El artista Togmidshiirev ENKHBOLD y Batjil Bajar, responsable de Relaciones Internacionales de la Unión de Artistas de Mongolia (UMA), están en Cuba para participar en la XV Bienal de la Habana. También se exhibirá en la Bienal la obra digital del creador mongol, BAT-ERDENE Batchuluun.
La XV edición de la Bienal de La Habana, el evento de arte contemporáneo más importante del Sur Global, fue será inaugurada el 15 de noviembre en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y se extenderá hasta el 28 de febrero de 2025.
Organizada por el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, el Ministerio de Cultura y el Consejo Nacional de Artes Plásticas, en la XV Bienal participan unos 400 artistas, 172 cubanos y 230 extranjeros de unos 60 países.
Lo distintivo de la Bienal de La Habana es que, además de exposiciones en galerías de arte y museos, transforma en espacios artísticos calles y parques con obras de gran formato en calles y fachadas de edificios, performances, etc. Además, los artistas crean de conjunto en las comunidades y la Bienal incluye conversatorios, coloquios, talleres y conciertos musicales y se extiende a otras provincias del país.
Las obras de Mongolia podrán ser disfrutadas por el público en el Centro de Desarrollo de la Artes Visuales en La Habana Vieja, localizado en la calle San Ignacio 352 esq. Teniente Rey.
Entre los obras mongolas se podrá ver una yurta tradicional también conocida como ger, que son parte integral del estilo de vida nómada en estepas y montañas de Mongolia y Asia Central, durante al menos 2 500 años.
El diseño distintivo y el simbolismo de las yurtas mongolas se han transmitido de generación en generación y son una fuente de orgullo e identidad para el pueblo mongol. Son parte esencial de su patrimonio cultural inmaterial y la representación mundial del pueblo mongol.
Estas viviendas portátiles de forma redonda cubiertas y aisladas con pieles o fieltro tienen varios componentes que se montan y desmontan fácilmente, proporcionando aislamiento y ventilación en condiciones climáticas adversas.
El 30 % de los mongoles, cerca de un millón de personas, son pastores nómadas, que viven en yurtas que necesitan trasladarse con frecuencia a otros lugares donde haya comida y agua para su ganado.