25/09/2024
Por: Vladímir Basenkov
Los días 18 y 19 de septiembre se celebró en La Habana el I Seminario Internacional sobre Diplomacia Parlamentaria. Convocado por el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento), al evento asistieron legisladores, académicos, expertos e investigadores de 18 países además de Cuba. Uno de los invitados a la reunión fue el experto y buen amigo de la publicación "Sobre Serbia en ruso", miembro del Parlamento serbio por el movimiento socialista, Bojan Torbica, quien estuvo acompañado de otros diputados pertenecientes al Partido Progresista y Socialdemócrata, y fueron recibidos por el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Esteban Lazo Hernández.
Las principales conferencias y debates plenarios tuvieron lugar en el Capitolio Nacional, sede del parlamento cubano. La necesidad de fortalecer y respetar el derecho internacional, proteger el sistema multilateral, los desafíos al desarrollo global y el cambio climático, y legislar para proteger los derechos humanos fueron solo algunos de los temas discutidos por los parlamentarios.
Al llamado de La Habana acudieron legisladores y diplomáticos de amplia experiencia de Angola, Argentina, Chile, Ecuador, Haití, México, Honduras, Venezuela, Rusia, Serbia y Namibia, entre otros países. Durante el acto intervino el miembro del Movimiento Socialista de Serbia y diputado al Parlamento del país, Boyan Torbica.
Aquí está el discurso íntegro:
Bojan Torbica en La Habana: el nuevo orden mundial es la lucha contra la esclavitud
– Es un honor y un placer para mí darle la bienvenida en nombre de la delegación de la Asamblea Nacional de la República de Serbia y agradecerle la invitación a participar en este seminario destinado a facilitar el debate sobre el papel de los parlamentarios en el fortalecimiento de los derechos internacionales, promover los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y crear un mundo mejor y más justo.
Hoy, cuando después de más de tres décadas el mundo vuelve a ser multipolar y la hegemonía política del Occidente colectivo está llegando a su fin, los temas discutidos en este seminario son más que relevantes. Estoy convencido de que durante estos dos días tendremos la oportunidad de intercambiar experiencias y adquirir nuevos conocimientos necesarios para establecer un orden mundial más justo, basado en el respeto incondicional a los derechos internacionales, y construir un mundo multipolar basado en los principios establecidos por la ONU. La Carta y los derechos inalienables de los estados y naciones al libre desarrollo económico. Esta es una lucha política para establecer un orden mundial que traería más seguridad y estabilidad, mayor respeto por los países subdesarrollados y moderadamente desarrollados y garantizaría reformas profundas de las instituciones financieras internacionales, creando así condiciones para un desarrollo económico igualitario de todos los países. En definitiva, es una lucha contra la actual esclavitud política y financiera.
¿Hay algo más importante hoy que la lucha por la libertad, la igualdad y la paridad de todos los estados y naciones, por la idea de independencia nacional, por la preservación de la soberanía y la integridad territorial, así como la lucha contra el neoimperialismo y el colonialismo? Me alegra ver que estaremos juntos en esta lucha y tengo confianza en que ganaremos.
Numerosos estados y naciones libres en el mundo, incluido mi país, han sufrido durante muchos años presiones políticas y económicas para obligarnos a renunciar a nuestra soberanía y a una parte o una parte menor del territorio de nuestro estado. Estamos siendo testigos de cómo el mundo está gobernado por los más poderosos, poderosos y ricos. Aquellos que niegan despiadadamente la justicia y la verdad casi a diario para sus propios intereses y beneficios personales. Aquellos que, por el bienestar de su pueblo, casi a diario derraman sin piedad la sangre de personas inocentes en todo el mundo. Las guerras, los refugiados, los bombardeos, el terrorismo, las intervenciones militares y la persecución de civiles se han convertido en parte de los acontecimientos cotidianos en mucha mayor medida que nunca. Algunas personas hablan más que nunca de libertad y democracia y, al mismo tiempo, sus manos están cada vez más cubiertas de sangre.
Algunos de los crímenes más graves que los hegemones del mundo han cometido en las últimas décadas, además de vergonzosas intervenciones militares, incluyen la imposición de prohibiciones financieras y económicas a ciertos estados soberanos. Las prohibiciones y sanciones que, al igual que las intervenciones militares ilegítimas, se introducen sin el consentimiento de las organizaciones internacionales, en particular el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, se han convertido en la principal arma política de los hegemones mundiales. Esta retribución política, que en esencia lo es, tiene consecuencias catastróficas e inconmensurables, en primer lugar, para los ciudadanos inocentes de los Estados sujetos a sanciones, amenazando su existencia, su salud, su libertad y su derecho a una vida digna.
Cuando vi la lista de países que participan en este evento, noté un número importante de representantes de países que, como mi país, fueron o siguen siendo víctimas de sanciones ilegales e injustas, así que lamentablemente muchos de ustedes aquí saben lo difícil que es e inhumano tanto para los individuos como para toda la nación. Si miramos hacia atrás, vemos que las sanciones se impusieron principalmente a naciones y estados libertarios y amantes de la paz, especialmente porque estaban dispuestos a defender audazmente su soberanía e integridad territorial sin ningún compromiso. Su fe en la justicia y el derecho internacional, su deseo de seguir siendo orgullosos, libres e independientes, los convirtieron en rehenes y víctimas de los más ricos, los más poderosos y, lamentablemente, los más despiadados.
Por eso, al final de mi discurso, quisiera invitarlos a todos a hacer un llamado conjunto a la comunidad internacional para que haga mayores esfuerzos para corregir las injusticias causadas tanto al país anfitrión, la República de Cuba, como a sus países amantes de la libertad. pueblo, y a Venezuela, Rusia, Bielorrusia y todos los demás países libres y a las naciones que son víctimas de la más descarada violencia política contra el derecho internacional, y poner finalmente fin a las constantes, dos décadas y media, de violencia y persecución de mi pueblo serbio en Kosovo y Metohija, que se desarrolla ante los ojos de todo el mundo, afirmó Bojan Torbica en su discurso.
(EmbaCubaSerbia)