¡Buenos días!
Distinguido Dr. Živadin Jovanović, Presidente del Foro de Belgrado para un Mundo de Iguales.
Participantes en este importante evento:
Es un honor para mí, como ciudadano cubano y como Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, representar a mis compatriotas en este significativo y destacado foro internacional que aboga por la paz, por la resolución de los conflictos a través del diálogo y la negociación en defensa de la soberanía, la autodeterminación y la igualdad de los pueblos, especialmente en momentos en que guerras, bombardeos y todo tipo de agresiones y amenazas imperiales continúan desestabilizando a muchos países del mundo, provocando muerte y desolación.
Es particularmente emotivo para mí, estar por primera vez en este país, recordar que Cuba y Serbia están unidas en vínculos fraternales desde hace 124 años, vínculos que se han fortalecido extraordinariamente desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, donde el sincero y solidario abrazo entre nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro y el líder yugoslavo Josip Broz Tito sembró en los corazones de nuestros dos pueblos, vínculos que continúan fortaleciéndose por el amor, la amistad, el respeto y la solidaridad mutua.
Aprovecho esta oportunidad para agradecer al gobierno serbio por su apoyo en nuestra justa lucha contra la política genocida, ilegal y recrudecida de bloqueo económico, comercial y financiero impuesta a Cuba por el gobierno estadounidense desde hace más de 60 años, intensificada durante la administración de Donald Trump con la adopción de medidas adicionales y la inclusión de Cuba en una infame lista de países patrocinadores del terrorismo. Agradezco sinceramente la declaración de condena del bloqueo adoptada por el Foro de Belgrado para un Mundo de Iguales en abril del año pasado.
También agradezco la solidaridad y el apoyo brindado por muchos amigos de Serbia y de otros países aquí representados durante esos intensos y duros días de lucha por mi liberación y la de mis otros cuatro hermanos, injustamente acusados de terroristas. Fuimos obligados a permanecer en prisiones estadounidenses durante más de 15 años, mientras los verdaderos terroristas vivían y caminaban libremente por las calles de Miami, recibiendo fondos y apoyo de grupos de extrema derecha.
El pueblo cubano ha sido víctima de acciones terroristas, guerras bacteriológicas, intentos de asesinato y campañas desestabilizadoras, acompañadas de una guerra económica que busca provocar el caos, el hambre, la desesperación y la rendición de nuestro pueblo. Una guerra económica que castiga al pueblo cubano por mantenerse firme en la defensa de nuestra soberanía y nuestro derecho a la autodeterminación, lo que significa decidir nuestro propio destino.
Algo similar vivió Serbia hace 25 años, cuando sufrió la agresión de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante 78 días de bombardeos, dejando detrás muerte y destrucción, bajo la paradójicamente denominada Operación Ángel de la Misericordia, que significó el robo de la parte sur del territorio, Kosovo y Metohija. Por ello, desde esta tribuna reiteramos una vez más nuestra posición de apoyo a la integridad territorial de Serbia y su derecho a la soberanía sobre Kosovo y Metohija. Kosovo pertenece a Serbia de conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Recuerdo, como si fuera hoy, las palabras de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando escribió en una Reflexión del 10 de octubre de 2007: "El mundo no puede permitirse que el drama de la guerra de la OTAN contra Yugoslavia sea olvidado por el silencio de quienes fueron actores y socios importantes en ese brutal genocidio".
Al celebrar este foro internacional en una fecha tan significativa, ustedes recuerdan y defienden la historia. Los pueblos del mundo no pueden olvidar, por eso estamos aquí, compartiendo con ustedes estos momentos de solidaridad, a partir de las duras experiencias vividas hace 25 años. No es posible olvidar la historia. Hoy no es posible ignorar el genocidio del gobierno sionista de Israel contra el pueblo palestino. Desde esta tribuna reafirmamos nuestra total solidaridad y apoyo moral al heroico y sufriente pueblo palestino. Es hora de poner fin a la nueva escalada de violencia.
Distinguidos participantes en este foro:
Este 24 de marzo se cumple el 25 aniversario del bombardeo de la OTAN a Yugoslavia, un país que se desintegró tras una serie de conflictos étnicos en los años 1990 y que en 1999 estaba formado únicamente por las actuales Serbia y Montenegro. Las fuerzas de la OTAN intervinieron en el conflicto por la independencia de Kosovo sin la aprobación de las Naciones Unidas.
Los bombardeos tuvieron lugar del 24 de marzo al 11 de junio de 1999. Durante 78 días, la OTAN lanzó un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y 14.000 bombas en el territorio de Yugoslavia. Sólo en Belgrado cayeron 212 bombas. También se liberaron "entre 10 y 15 toneladas de uranio empobrecido", provocando un desastre medioambiental que multiplicó por cinco los casos de enfermedades cancerosas. Esos dos meses y medio de incesantes ataques aéreos se cobraron la vida de más de 2.000 civiles, entre ellos 88 niños, y 6.000 resultaron heridos.
La OTAN sigue siendo hoy lo que Fidel definió en 2011 como “esa brutal alianza militar que se ha convertido en el instrumento de represión más pérfido en la historia de la humanidad” ... Su propósito criminal se hizo evidente en Serbia, un país de origen eslavo, cuyo pueblo heroicamente luchó contra las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras escuchamos los tambores de guerra que hoy vuelven a sonar, redoblemos todos nuestros esfuerzos para resolver pacíficamente los conflictos mundiales, luchemos para transformar el orden internacional injusto e insostenible que prevalece y fortalezcamos los mecanismos de integración, la defensa de paz y los principios de igualdad. Limitemos el gasto militar mundial y aseguremos que los millones gastados con ese fin se inviertan en desarrollo, salud, educación y bienestar de los pueblos. Cuba seguirá subiendo la voz para rechazar la dominación y el militarismo. Luchar por la paz significa luchar para salvar a la humanidad. Con ese espíritu prevaleciendo en este foro, clamemos entonces:
¡Gloria eterna a las víctimas de los bombardeos de la OTAN!
¡Gloria!
Muchas gracias.