Ginebra, 24 de febrero de 2025.
Señor presidente:
El derecho a la vida está en grave peligro. La Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y el multilateralismo están siendo amenazados. Se pretende imponer la coerción económica y la subversión política como métodos de relacionamiento internacional.
Este Consejo debe abogar con más fuerza por un orden internacional justo y democrático, que garantice la paz y “el equilibrio del mundo”, la igualdad soberana, el ejercicio del derecho al desarrollo por todos los Estados y la sostenibilidad ambiental, que aseguren el ejercicio de todos los derechos humanos.
Este Consejo es una herramienta importante para la promoción y defensa de los derechos humanos sin manipulaciones, politización, selectividad o dobles raseros. Urge que todos los Estados asumamos un compromiso con los mecanismos de derechos humanos de naturaleza temática, universal y no discriminatoria.
Observamos con preocupación el avance de plataformas conservadoras y neofascistas, y cómo países desarrollados experimentan un retroceso de décadas en derechos fundamentales, incluida la igualdad de la mujer, los derechos sexuales y reproductivos, los derechos de los afrodescendientes, minorías étnicas y migrantes.
Los intentos de los países occidentales de convertir este Consejo en un represor contra países que no se subordinan a sus intereses son inaceptables y ponen en peligro su credibilidad y existencia. La nefasta historia de la implosionada Comisión de Derechos Humanos no debe repetirse.
Estados Unidos, cómplice activo del genocidio israelí en Gaza, se cuestiona la permanencia en la agenda del Consejo de un tema prioritario e histórico, como es la violación flagrante de los derechos humanos del pueblo palestino, al que reiteramos toda nuestra solidaridad.
El gobierno de los Estados Unidos aplica una política de máxima presión contra Cuba, deteriorando el consumo, los ingresos y el nivel de vida de las familias cubanas.
El bloqueo económico provoca inflación, baja disponibilidad de combustibles, alimentos, medicinas y graves daños al servicio eléctrico. Obstaculiza el disfrute pleno de los derechos a la alimentación, la salud, la cultura y la educación, que el Estado cubano provee de manera gratuita o ampliamente subsidiada.
Agradecemos a los 123 Estados que, en julio pasado, se pronunciaron en este Consejo contra la inclusión de Cuba en la espuria lista del Departamento de Estado sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Señor presidente:
Recientemente se ha divulgado copiosa evidencia sobre la práctica del gobierno de los Estados Unidos de dedicar fondos millonarios del presupuesto federal, a través de entidades como la USAID y la NED, a financiar organizaciones, medios de prensa, laboratorios de inteligencia artificial, y plataformas de comunicación que usan como fachada la protección de los derechos humanos y la promoción de la democracia, mientras responden a objetivos políticos de ese gobierno.
Se trata de un asunto grave y pertinente para este Consejo y su mandato, pues demuestra los dobles raseros y el oportunismo, con que se ha utilizado el tema de los derechos humanos para subvertir a gobiernos soberanos.
Señor presidente:
En noviembre de 2023, Cuba se presentó, por cuarta ocasión, al Examen Periódico Universal y aceptó más del 80% de las recomendaciones realizadas, en cuyo estudio e implementación seguimos avanzando.
En octubre pasado nos presentamos de manera exitosa ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
En el último año, Cuba ha enviado sus informes nacionales sobre discriminación racial y desapariciones forzadas a los respectivos Comités. Hemos recibido, en visitas académicas, a cuatro procedimientos especiales y un experto de órgano de tratados.
Es una relación que esperamos seguir construyendo de conjunto.
Señor Presidente:
Cuba se mantendrá firme en su creativa y abnegada resistencia.
Defenderemos nuestra soberanía y el Estado socialista de derecho y justicia social. Continuaremos defendiendo los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en el tratamiento de los derechos humanos.
La voz de Cuba continuará escuchándose en defensa de la dignidad plena del hombre.
Muchas gracias.
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Statement by the Foreign Minister of the Republic of Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, in the High-Level Segment of the Conference on Disarmament
February, 2025
Mr. President;
In 2025, the United Nations will mark its eightieth anniversary. Such a relevant occasion will be marred by a global multidimensional crisis that surpasses the response capability of the organization and weakens multilateralism.
Hegemonism, coercion and belligerent, interventionist and interfering speeches are on the increase, while millions of human beings are being exposed to the effects of poverty, war and the arms race.
Despite the ceasefire agreement in the Gaza Strip, which has been long awaited and called for by the overwhelming majority of the international community, the Palestinian people continue to be victims of war crimes and crimes against humanity; an Apartheid regime and the collective punishment that has been imposed by Israel, the Occupying Power, for more than 75 years.
Only during the last 15 months of this genocide, Israel has caused the death of more than 47 thousand Palestinians. Since the beginning of the escalation, more than 13 thousand children and 7 thousand women have been victims of violence in Gaza.
That monumental injustice has counted on the complicity and financial, political, military and logistic support of the government of the United States, which is now suggesting to force the departure of Palestinians from their homeland, with the clear purpose to usurp it indefinitely. Such an intention is unacceptable.
It is the same government that imposes criminal unilateral coercive measures, such as the economic, commercial and financial blockade against Cuba, which has lasted for more than 65 years already; and elaborates spurious and arbitrary lists of countries that allegedly sponsor terrorism.
Mr. President;
Substantial resources, which are indispensable for the sustainable development of our peoples, continue to be spent in the arms race. The world’s military expenditure, encouraged by the warmongering rhetoric of the United States, increased for the ninth consecutive year and surpassed the figure of 2.4 billion dollars in 2023.
The imminent danger to reenact the nuclear bombings over Hiroshima and Nagasaki will continue to be latent as long as all nuclear weapons not eliminated in a transparent, complete, irreversible and verifiable manner.
Inspired by the Proclamation of Latin America and the Caribbean as a Zone of Peace, our region has identified nuclear disarmament as a priority.
Cuba reiterates its call on all member States of the Conference on Disarmament to join the Treaty for the Prohibition of Nuclear Weapons.
Our position is based on the humanist thinking of Commander in Chief Fidel Castro, a tireless fighter for nuclear disarmament, who said, and I quote: “In a nuclear war, the collateral damage would be the life of humanity.”
Mr. President;
The Conference on Disarmament should set aside rhetorical debates and live up to its mandate.
The adoption of one legally binding instrument that prevents and prohibits the arms race in outer space and another that offers guarantees to the security of non-nuclear-weapons States would be a first important step.
Let us rid future generations from the scourge of war. Let us make peoples’ right to peace, development and justice prevail
Thank you, very much.