Discurso del representante parlamentario de AKEL, George Loukaidis en el acto de homenaje por el 65 aniversario de la Revolución Cubana en el Club de las Organizaciones Populares de Kiti.

Estimado Embajador de Cuba,
Estimado Presidente de la Asociación de Amistad Chipriota-Cubana,
Camaradas,
amigos y amigas,

Hace unos días la Revolución Cubana celebró su 65 aniversario. A pesar de las adversidades y de la negativa correlación de fuerzas a nivel internacional, a pesar de la flagrante violación de las resoluciones de la ONU y del inhumano bloqueo aplicado por Estados Unidos durante 64 años, la Revolución insiste en mantenerse en pie, perdurar y evolucionar. Persevera porque inspira a todos los pueblos que luchan por la dignidad, la libertad y la independencia.

La historia de la Revolución Cubana encierra la historia de Cuba. Narra el pasado del país y de su pueblo, porque es la culminación de un largo proceso de lucha por la libertad. Inspirada en anteriores estaciones de resistencia de la historia cubana, la Revolución es causa y propiedad del propio pueblo cubano.

Desde el colonialismo español del siglo XV hasta la intervención norteamericana en 1898 y la dictadura de Fulgencio Batista en 1952, el pueblo cubano ha visto su destino determinado por la injerencia exterior y sus riquezas naturales arrebatadas en innumerables ocasiones. Sin embargo, de vez en cuando en la historia han surgido resquicios de esperanza que nos recuerdan que la libertad es el ideal más elevado: la la lucha por la independencia bajo Carlos Manuel de Céspedes en 1868 y la Guerra Chica de José Martí en 1895, habían sentado las bases del Movimiento 26 de Julio y de la Revolución Cubana.

"El amor, madre, a la patria es el odio inextinguible al que la oprime". Las palabras del Apóstol de la Independencia cubana, José Martí, inspiraron a Fidel y a su hermano Raúl Castro, a Ernesto Che Guevara, a Camilo Cienfuegos y a miles de guerrilleros que iniciaron la revolución en 1953.

El día de Año Nuevo de 1959, cuando los guerrilleros entraron en la liberada Santiago de Cuba, Fidel Castro presagió al pueblo cubano lo que estaba por venir, diciendo que ganar la Revolución sería una tarea difícil, llena de peligros. "No nos engañemos pensando que todo será fácil en el futuro; quizás todo sea más difícil en el futuro", advirtió. 

Fidel no era un profeta. Sabía que una política exterior agresiva de Estados Unidos no mostraría el menor respeto por la soberanía popular del pueblo cubano, ni permitiría el establecimiento de un modo de producción socialista en su "vientre blando", a sólo 90 millas de las costas norteamericanas.

Al año siguiente, Estados Unidos instauró un inhumano bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. Esta política creó terribles y desproporcionadas dificultades en la vida cotidiana del pueblo cubano y provocó pérdidas de billones de dólares para la economía cubana. Desde 1960, el Departamento de Estado de EE.UU. había declarado públicamente su objetivo estratégico a través del bloqueo: debilitar la vitalidad de la economía cubana, causar hambre y desesperación en la sociedad y sembrar el descontento para facilitar el cambio de régimen. 

Como se señala en la edición de 2023 del "Tribunal Internacional sobre las Sanciones de EE.UU. contra la República de Cuba", tras los testimonios y pruebas recogidos, se demuestra sin lugar a dudas que las sanciones de EE.UU. han afectado negativamente a todos los aspectos de la vida cubana. El Tribunal constata además lo evidente: las sanciones constituyen una violación flagrante de la soberanía del país y son contrarias al derecho internacional. 

En la aplicación del bloqueo, Estados Unidos ha ignorado desafiantemente hasta la fecha las resoluciones de la ONU, la más reciente la de noviembre de 2023, que pedía el levantamiento del embargo estadounidense. La resolución fue votada a favor por 187 Estados y en contra por Estados Unidos e Israel, mientras que Ucrania se abstuvo.

Al mismo tiempo que las sanciones criminales, Cuba sigue sufriendo la confiscación de parte de su territorio por parte de EE.UU. y el funcionamiento allí de la base penitenciaria de Guantánamo. En Chipre, por supuesto, también sabemos de primera mano lo que significa que se pisotee la integridad territorial de nuestro país, que se "trunquen" los mapas y que se concedan derechos soberanos sobre nuestros territorios a potencias extranjeras, en contra de la voluntad del propio pueblo.

La referencia a las condiciones vividas por Cuba es doblemente importante. Además de concienciar sobre las terribles consecuencias del bloqueo y la necesidad de ponerle fin de inmediato, la referencia al mismo es también una medida de los avances sin precedentes -para los estándares en los que se está produciendo- que se están dando en el país.

Mientras en varios países europeos, en 2024, esto está lejos de darse por sentado, en Cuba la educación y la salud son un bien público y gratuito para todo el pueblo. En un informe de hace unos años, el Banco Mundial afirmaba: "Ningún sistema educativo en América Latina puede considerarse de alta calidad cuando se habla en términos globales, excepto el de Cuba [...] Se caracteriza por ser uno de los sistemas educativos más eficientes del mundo, como los de Finlandia, Singapur, Shanghai".

En Cuba -primer país del mundo en número de médicos per cápita- los medicamentos, los tratamientos y las infraestructuras médicas se desarrollan sistemáticamente y se ponen enteramente al servicio de la población. Mientras varios países occidentales se veían duramente golpeados por la pandemia de cólera19 y las vacunas eran explotadas y enriquecidas por los cárteles médicos, Cuba ha desarrollado cinco vacunas propias contra el virus, con la vacuna "Abdala", que muestra una eficacia del 92,28%. No sólo eso, sino que Cuba lleva décadas demostrando el carácter internacionalista de la Revolución, enviando cientos de médicos a decenas de países de todo el mundo ofreciendo sus conocimientos y ayuda.

No podría citarse un ejemplo más adecuado de solidaridad y humanitarismo que las palabras de Aleida Guevara, médico e hija del gran revolucionario Che, quien, dirigiéndose al pueblo palestino en lucha en un reciente mensaje de vídeo, dijo: 

"Pido perdón por la distancia. Quisiera estar con ustedes, siento que este es mi lugar porque la solidaridad no son solo palabras, la solidaridad son acciones. Soy médico. Puedo estar allí, debo estar allí y pueden contar conmigo, siempre que me necesiten estaré con ustedes".
 
Esta es la Cuba de la Revolución y del Socialismo. Mientras la humanidad entera ha sido testigo recientemente de la política genocida de Israel contra el pueblo palestino, Cuba no sólo se suma a las resoluciones pertinentes de la ONU en apoyo al clamor por un alto el fuego en Gaza, sino que se coloca activamente del lado de los palestinos. No es casualidad, por supuesto, ya que el pueblo cubano, al igual que el palestino, tiene su propia experiencia de lucha por la libertad y la justicia y conoce bien las trágicas consecuencias de no aplicar las resoluciones de la ONU.

En este punto, sólo puedo señalar nuestra gratitud por el constante apoyo de Cuba a nuestra propia lucha por la liberación y la reunificación pacífica de nuestro país y nuestro pueblo. Cuba, con su posición consecuente sobre el problema de Chipre, es un aliado incondicional de nuestro país, con el que comparte experiencias y luchas comunes, siendo ambos países miembros fundadores del Movimiento de Países No Alineados. Estamos convencidos de que la solidaridad política y diplomática de principios de Cuba con Chipre continuará en el futuro próximo.

Camaradas,

Por mucho que algunos se empeñen en vilipendiar a Cuba, presentándola como un país subdesarrollado y tercermundista, ignorando las dificultades objetivas que atraviesa, sus éxitos desmentirán la tergiversación. Cuba se desarrolla, evoluciona y progresa, y con ella la Revolución. 

Los logros científicos y los pasos adelante alcanzados dadas las circunstancias nos recuerdan que el mundo cualitativamente superior que imaginamos es mucho más alcanzable y necesario.

Que el 65 aniversario de la Revolución Cubana se convierta, pues, en ciento y mil años, para que podamos extraer ejemplos de patriotismo, humanidad e internacionalismo.

Viva la Revolución Cubana y la Cuba Socialista.
Viva la amistad de los dos países.

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