Discurso pronunciado por el Embajador de Cuba en Guyana, S.E. Julio César González Marchante, en la Ceremonia Conmemorativa del Aniversario 41 del Crimen de Barbados. Monumento en la Universidad de Guyana. 6 de octubre de 2017.

Presidente de la República Cooperativa de Guyana,  Brigadier David Arthur Granger,

Primer Ministro Moses Nagamootoo.

Miembros del Gobierno, Parlamento y otras instituciones. 

Miembros del Cuerpo Diplomático.

Miembros del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Guyana, Miembros de la Asociación de Cubanos Residentes. Miembros de  la Misión Estatal Cubana.

Miembros de los medios.

Familiares, amigos, 

Distinguidos invitados.

Hoy conmemoramos el aniversario 41 del horrendo acto terrorista cometido contra un avión civil de Cubana de Aviación que provocó la muerte de 73 personas a bordo, 57 cubanos, 11 guyaneses y 5 norcoreanos.

 

Los autores del vandálico acto, quienes colocaron una carga explosiva que destruyó la aeronave en pleno vuelo unos pocos minutos después de haber despegado del aeropuerto de Barbados, gozan de impunidad y amparo en territorio de los Estados Unidos, no obstante sus probados vínculos con la Agencia Central de Inteligencia de ese país. 

 

Del grupo de guyaneses, seis habían sido seleccionados para estudiar medicina en Cuba, perdiéndose así personas que precisamente se prepararían para salvar vidas.  Los coreanos del Norte, representantes de un pueblo asediado, hacían un viaje de amistad por América Latina. Los cubanos eran jóvenes compatriotas cuyo promedio de edad apenas sobrepasaba los 30 años; sin embargo, tenían una rica historia de aporte al estudio, al trabajo, al deporte y a la Revolución. Entre ellos estaban el capitán de la nave que era HéroeNacional del Trabajo, otros estaban condecorados con la Medalla XX Aniversario. Varios entre los tripulantes habían prestado distintos servicios internacionalistas y los atletas habían ganado todas las medallas de oro en las competencias regionales de esgrima que acababan de efectuarse en Caracas. Eran humildes trabajadores o estudiantes y deportistas que cumplían con modestia y dedicación las tareas asignadas por la patria.

 

Señoras y señores:

Tenemos memoria. Todos nosotros y en especial las nuevas generaciones debemos conocer completamente la verdad de cómo se articuló en esos tiempos la maldad contra Cuba y otras naciones del hemisferio.

 

El acto terrorista fue un hecho estremecedor en una región donde entonces algunas naciones habían decidido valientemente establecer relaciones con Cuba en el ejercicio de su derecho a la independencia y soberanía nacionales, ellas eran Jamaica, Trinidad and Tobago, Barbados and Guyana.

 

Se libraban batallas internacionales como la lucha contra el oprobioso Apartheid en Sudáfrica y un activo papel en el Movimiento de Países No Alineados, así como contra el criminal bloqueo impuesto a Cuba que ya dura más de cinco décadas, entre otras acciones, que no eran del agrado de la administración estadounidense y tampoco de las sucesivas que siguieron promoviendo el terrorismo para destruir a la Revolución cubana y a otras naciones independientes.

 

La política de terrorismo perpetrada contra Cuba desde el extranjero es responsable del luto y dolor de muchas familias cubanas, así como de la destrucción y afectación de bienes e instalaciones del pueblo. El saldo recoge 3.478 muertos y 2.099 discapacitados. Para esa recordación, Cuba decretó el 6 de octubre Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado por el abominable crimen que se cometió en esa fecha de 1976. 

 

Señoras y señores:

Ha sido probada la ejecución de numerosos actos criminales y sabotajes así como el empleo de mercenarios, ya no solo contra Cuba, sino también contra otros países considerados amigos del nuestro.

 

El propio Senado de Los Estados Unidos reconoció públicamente los incontables planes de la CIA para asesinar a los dirigentes de la Revolución cubana y su consagración a esa tarea durante varios años.

 

Cuba rechaza los dobles raseros y las actuaciones unilaterales contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y a los principios y normas del Derecho Internacional.

 

Sirva esta conmemoración para reiterar la inquebrantable voluntad de Cuba de lucha contra el terrorismo y manifestar su más firme rechazo y condena a todos los actos, métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones, sean cuales fueren sus motivaciones, incluido aquellos en los que hay Estados directa o indirectamente involucrados.

 

Cuba, en cumplimiento de los 18 convenios internacionales re­lativos al terrorismo de los que es Estado Parte, ha puesto en vigor medidas legales relevantes, como la Ley 93 contra actos de terrorismo.

 

El gobierno cubano nunca ha permitido, ni permitirá la utilización de su territorio nacional para realizar, planificar, alentar, encubrir o financiar actos de terrorismo contra ningún otro Estado, sin excepción de ningún tipo.

 

Cuba apoya decididamente los esfuerzos colectivos de las Naciones Unidas contra el terrorismo y reafirma la cooperación multilateral y bilateral con ese objetivo. El terrorismo afecta los esfuerzos internacionales a favor del Desarme y por un mundo de paz, y no se aviene con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, realizada por las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de esta región, en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, celebrada en enero del 2014, en La Habana, Cuba.

 

Señoras y señores:

Cuba reconoce que aún falta mucho por hacer en materia de lucha contra el terrorismo. La comunidad internacional debe dar pasos concretos hacia la adopción de una Convención General sobre este flagelo que lo defina en su integridad.

 

Asimismo, hay que enfrentar las causas y condiciones que pueden potenciarlo como la pobreza, la desigualdad, la insalubridad, el analfabetismo, la discriminación, las apetencias hegemónicas y de dominación, entre otros factores.

 

Los Estados están llamados a cumplir sus obligaciones internacionales sin dobles raseros incluyendo juzgar y extraditar a todos los terroristas, sin excepción alguna.

 

El pueblo cubano exige que se ponga fin a la impunidad de que sigue gozando el terrorista responsable de la explosión en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976, que tuvo como consecuencia la muerte de sus 73 ocupantes.

 

Señoras y señores.

El más sincero reconocimiento a las autoridades y pueblo guyaneses por esta conmemoración. Por haber erigido este monumento en recordación a las víctimas del acto terrorista, cual constituye además estímulo en la lucha que juntos libramos contra este flagelo.

 

Un día como hoy se reafirman nuestras convicciones en la fuerza del patriotismo y del internacionalismo, baluartes de la lucha de los hombres honestos y dignos de este mundo y garantía de un futuro victorioso. 

 

Nuestros tripulantes, atletas y compatriotas sacrificados cobardemente ese día seguirán viviendo eternamente en los corazones de nuestro pueblo y continuarán siendo inspiración en la batalla contra el terrorismo y por una patria más revolucionaria, más socialista e internacionalista.

 

A los familiares y compatriotas de los hermanos guyaneses y norcoreanos vilmente sacrificados, sepan que también ellos seguirán estando eternamente presentes en nuestro ferviente recuerdo; y al recordarnos que los crímenes del imperialismo no tienen fronteras, serán acicate en nuestra lucha común.

 

El líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, en acto solemne a las víctimas de tal cobarde acción expresó:

 

“No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!

Y este legado es faro y guía, pues en esta contienda contra el terrorismo seguro que ¡Venceremos!            Muchas gracias. 

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