El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba hace aproximadamente 60 años, constituye el principal obstáculo al desarrollo del país y al pleno disfrute de todos los derechos humanos del pueblo de Cuba. Las leyes y regulaciones que sustentan esta política se mantienen vigentes y son aplicadas con estricto rigor por las agencias gubernamentales de los EE.UU., incluidos los Departamentos del Tesoro y Comercio y en particular la Oficina para el Control de los Activos Extranjeros.
Dentro de estas legislaciones sobresale la Ley Helms-Burton por las presiones brutales e ilegales que establece, no solo contra Cuba, sino también contra terceros países, sus gobiernos y empresas. Sus pretensiones son ilegítimas y contrarias al Derecho Internacional y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, incluidas las reglas del sistema multilateral de comercio.
Los daños acumulados durante casi seis décadas de aplicación de esta política alcanzan la cifra de 138 mil 843, 4 millones de dólares, a precios corrientes y supera los 922 mil 630 millones de dólares si se toma en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.
Ningún ciudadano o sector de la economía cubana escapan de las afectaciones derivadas de esta política unilateral. Solamente en el sector de la salud, Cuba perdió 160 millones de dólares en el último año por las sanciones estadounidenses. Esta política hostil entorpece la adquisición de tecnologías, materias primas, reactivos, medios de diagnóstico, equipos y piezas de repuesto, así como medicamentos para el tratamiento de enfermedades graves. Estos insumos deben obtenerse en mercados lejanos, en muchas ocasiones, mediante intermediarios, lo que impone el incremento de sus precios.
Actualmente, mientras la colaboración médica cubana participa activamente de forma solidaria por el mundo para ayudar a combatir la Covid-19, el bloqueo demencial que Estados Unidos impone a nuestro país se recrudece cada vez más.
En plena pandemia de Covid-19, un importante envío de máscaras faciales y kits de diagnóstico para esta enfermedad procedentes de China, donadas por la empresa Alibaba, no pudo ser entregado a Cuba pues la firma norteamericana contratada para transportarlos, declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de las regulaciones del bloque le impedían hacerlo.
Por otra parte, la empresa cubana importadora de medicamentos, equipos e insumos médicos, Medicuba no podrá adquirir los respiradores artificiales contratados a los fabricantes suizos IMT Medical AG y Acutronic debido al bloqueo, porque ambas fueron compradas por la compañía estadounidense Vyaire Medical Inc., con sede Illinois, Estados Unidos.
De igual forma, Cuba está impedida de comprar medicinas a empresas estadounidenses. En recientes declaraciones de Lázaro Silva Herrera, vicepresidente de Medicuba, explicaba como en los últimos años la empresa intentó adquirir productos con alrededor de 60 firmas de la nación norteña, pero solo dos contestaron, entre ellas Bayer y Eli Lilly. La primera respondió tener vencida la licencia que otorga la Oficina de Control de Activos Extranjeros, mientras la segunda anunció el cese de su relación comercial hasta nuevo aviso.
Estos elementos, por solo citar algunos, demuestran el verdadero carácter ilegal e inmoral de la política de bloqueo a Cuba, cuyo objetivo, sintetizado por el Secretario de Estado asistente de ese país Lester Mallory, el 6 de abril de 1960, se ha mantenido invariable hasta la fecha:
“ La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) No existe una oposición política efectiva (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.