Asunción, Paraguay. El Centro de Estudios y Promoción de la Democracia, los Derechos Humanos y la Sostenibilidad Socioambiental (HEÑOI) de Paraguay consideró útil y oportuno expresar su solidaridad con Cuba y aceptó remitir una valiosa contribución a la Sra. Alena Douhan, Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) días antes de realizar su visita oficial a la Isla con el mandato de evaluar las consecuencias negativas de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales. La correspondencia rubricada por Omar Yampey, su Director Ejecutivo, establece con claridad que no existe espacio de la vida económica y social del pueblo cubano que no se haya visto afectada por el bloqueo y su recrudecimiento, en particular el disfrute de los derechos humanos. Acceda al texto íntegro de la carta:
El Centro de Estudios y Promoción de la Democracia, los Derechos Humanos y la Sostenibilidad Socio-ambiental – HEÑOI, se hace eco de las organizaciones que, desde Paraguay unimos nuestras voces para exigir el fin del bloqueo económico que, injusta y arbitrariamente, Estados Unidos lleva imponiendo al pueblo de Cuba por no alinearse a los intereses estadounidenses.
El bloqueo no solo implica una violación sistemática del Derecho Internacional, lo que ya lo convierte en una acción repudiable por la comunidad internacional, sino que constituye explícitamente una política genocida que, en pleno siglo XXI, pretende someter al pueblo cubano desconociendo la autonomía y el derecho a la autodeterminación. La comunidad internacional representada en Naciones Unidas debe mantener y reforzar la presión para que el gobierno estadounidense levante las sanciones y respete la soberanía y los derechos de Cuba, reconociendo el carácter ilegal y hostil de su política exterior hacia Cuba, una política que solamente ha conducido al pueblo cubano a un sufrimiento tan injusto como innecesario.
El conjunto de medidas coercitivas que el gobierno estadounidense aplica sobre Cuba desde hace más de 60 años provoca graves afectaciones a la economía cubana, obstaculizando las capacidades del gobierno cubano para garantizar los derechos humanos de toda su población. El bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los Estados Unidos limita y obstaculiza el derecho de Cuba a establecer relaciones comerciales libremente con terceros países y empresas que operen con capital estadounidense, afecta las transacciones internacionales generando elevados costos económicos para Cuba al momento de realizar importaciones ya la Ley Torricelli prohíbe a barcos que ingresen a puerto cubano con propósitos comerciales, volver a puertos de Estados Unidos o en algunas de sus posesiones por 180 días siguientes a la fecha de haber abandonado puerto cubano.
La Ley Torricelli junto a la Ley Helms-Burton configuran el entramado jurídico imperial que ha hecho posible ahogar a la economía cubana, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de su población, deteriorando los sistemas de salud y educación, así como la infraestructura en general, particularmente a los sectores del transporte, la construcción y la tecnología brutalmente afectados por el bloqueo.
El bloqueo -recrudecido desde el primer gobierno de Trump- fortalecido con las medidas adicionales impuestas por el gobierno estadounidense afecta a los principales sectores económicos de Cuba: el turismo y la biotecnología, impidiendo el acceso a insumos estratégicos para el sector biotecnológica y biomédico, a la vez que limita el envío de remesas hacia Cuba. Según los últimos datos presentados por el gobierno cubano, el bloqueo ha causado daños económicos estimados en más de 7 mil millones de dólares solamente entre marzo de 2024 y febrero de 2025. A los daños económicos se suman aquellos que provienen de la inclusión arbitraria de Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo, situación que limita aún más el acceso del país a financiamiento externo, necesario para el impulso del aparato productivo cubano.
No existe espacio de la vida económica y social del pueblo cubano que no se haya visto afectada por el bloqueo y su recrudecimiento en los últimos años. Por ello, desde el Centro de Estudios Heñói expresamos nuestro respeto y admiración al pueblo cubano que ha resistido décadas de agresión por parte de los sucesivos gobiernos estadounidenses. Reafirmamos nuestro compromiso en la denuncia de los impactos sociales y económicos del bloqueo sobre la población cubana, y sumamos nuestra voz para exigir el fin de una política genocida cuya única finalidad ha sido infligir dolor sobre el pueblo cubano.
En este contexto, se deja constancia del sincero agradecimiento del gobierno y el pueblo cubanos al Centro de Estudios Heñoi y otras organizaciones paraguayas por tan valiosa contribución, que ha sido una tendencia solidaria generalizada entre asociaciones, gremios y personalidades de la sociedad civil en muchísimas naciones de varios continentes. Así quedó evidenciado en el excelente Informe de la Relatora Especial al término de su visita a Cuba, el cual será presentado al venidero período de sesiones del CDH, y que entre sus conclusiones y recomendaciones exige a EEUU el levantamiento del bloqueo y "eliminar la legislación que amenaza con revocar las visas de los funcionarios de los países que participan en el programa cubano de asistencia médica, por violar el principio de igualdad soberana, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, las inmunidades diplomáticas de los funcionarios estatales de dichos países y los principios humanitarios". (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)