Señor presidente:
La aprobación del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, el 7 de julio de este año, y su próxima apertura a la firma en Nueva York el 20 de septiembre, constituyen un hito histórico. Es el resultado de un largo y demorado proceso de negociaciones multilaterales, desde que la Asamblea General de la ONU aprobó su primera resolución, el 24 de enero de 1946, pidiendo la eliminación de las armas nucleares.
El nuevo Tratado es un merecido tributo a todas las víctimas del uso o ensayo de las armas nucleares. Es un reconocimiento a quienes han luchado y siguen luchando contra el olvido, como los hibakushas.
Con este Tratado, la comunidad internacional deja claramente establecido que las armas nucleares no solo son inhumanas, inmorales y éticamente indefendibles; sino que a partir de ahora, también serán ilegales.
Señor Presidente:
Nos satisface que, además de prohibir el desarrollo, producción, fabricación, transferencia, posesión y almacenamiento de las armas nucleares, el Tratado prohíba explícitamente la amenaza de su uso, con lo cual se ilegalizan también las doctrinas de seguridad basadas en la llamada “disuasión nuclear”.
La cuestión de las armas nucleares no es un asunto exclusivo de los Estados que las poseen. Atañe a la comunidad internacional en su conjunto, pues ningún país quedaría inmune a la insensatez de un ataque nuclear. El empleo de una parte ínfima de las casi 15 000 armas nucleares existentes tendría consecuencias catastróficas para nuestro planeta.
Tal y como se establece en el Tratado, la única manera efectiva de garantizar que la humanidad no sufrirá nunca más el terrible impacto de esas armas, es su prohibición y eliminación total. Es por ello que el desarme nuclear es y debe continuar siendo, la más alta prioridad en la esfera del desarme.
Señor presidente:
Para concluir deseo recordar las palabras de quien dedicó su vida a luchar por la paz y la justicia y en múltiples ocasiones destacó el peligro de la Armas Nucleares para la propia existencia de la especie humana, el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 12 de octubre de 1979 dijo: "Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se puedan resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia. No pueden tampoco matar la justa rebeldía de los pueblos y en el holocausto morirán también los ricos, que son los que más tienen que perder en este mundo."
Muchas gracias
(Cubaminrex-Embacuba Austria)