Señor Presidente:
En primer lugar quisiera desearle éxitos en su desempeño como Presidente de la Conferencia de Desarme. Además, deseo apoyar las intervenciones realizadas por el Grupo de los 21 durante el presente año.
Señor Presidente:
A 72 años del monstruoso ataque contra Hiroshima y Nagasaki, el peligro del arma nuclear aún sigue latente y amenaza con destruir la especie humana.
En medio del complejo escenario internacional actual, la inmensa mayoría de la comunidad internacional respaldó la adopción del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, resultado de un amplio proceso de discusiones multilaterales.
Este trascendental acuerdo constituye un hito en la historia de las Naciones Unidas a favor del desarme general y completo. El mismo es una contribución efectiva a la paz y la seguridad internacionales.
El Tratado establece como una nueva norma de Derecho Internacional la prohibición de las armas nucleares en toda circunstancia. Nos satisface que, además de prohibir el desarrollo, producción, fabricación, transferencia, posesión y almacenamiento de las armas nucleares, el texto prohíbe explícitamente la amenaza de su uso, con lo cual se certifica también la ilegalidad de las doctrinas de seguridad basadas en la llamada “disuasión nuclear”.
Las armas nucleares ahora son ilegales. En este instrumento se dispone un marco legalmente vinculante para la destrucción y total eliminación de las armas nucleares de forma transparente, irreversible y verificable, en plazos de tiempo específicos.
Saludamos que el nuevo instrumento sobrepase el limitado alcance del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, que únicamente prohíbe los ensayos con armas nucleares mediante explosiones; ahora se prohíben los ensayos de todo tipo. Resaltamos igualmente que tanto el tránsito de armas nucleares, como su financiamiento, son ahora actividades prohibidas bajo las disposiciones de este instrumento.
Al propio tiempo, el Artículo 4 ofrece a los Estados poseedores de armas nucleares varias vías para convertirse en Partes del Tratado. Esperamos que el enfoque flexible, inclusivo y no discriminatorio del instrumento, facilite su universalización. En ese sentido, Cuba exhorta a todas las naciones, a unirse al tratado para favorecer su entrada en vigor lo antes posible.
Señor Presidente:
La total eliminación de las armas nucleares es la única manera efectiva de garantizar que la humanidad no sufrirá nunca más su terrible impacto. El desarme nuclear es, y debe continuar siendo, la más alta prioridad en la esfera del desarme.
Abogamos porque la próxima Conferencia de Examen del Tratado de no proliferación de armas nucleares (TNP), tome en cuenta los progresos alcanzados en el camino hacia un mundo libre de armas nucleares. Lamentamos el incumplimiento del acuerdo sobre la celebración en 2012 de la Conferencia Internacional para el establecimiento en el Medio Oriente de una Zona Libre de Armas Nucleares y otras Armas de Destrucción Masiva. Esperamos que la próxima Conferencia de Examen del TNP en 2019 logre avanzar en este asunto.
Por otro lado, es motivo de orgullo para Cuba que la América Latina y el Caribe haya sido la primera área densamente poblada del mundo que se declaró como Zona Libre de Armas Nucleares (ZLNA), en virtud del Tratado de Tlatelolco que este año conmemora su 50 aniversario, así como la primera región que se declaró como Zona de Paz, según fuera suscrito en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en La Habana, en enero de 2014.
Señor Presidente:
La parálisis de la Conferencia de Desarme durante 21 años pone en riesgo su propia existencia. La Conferencia es un órgano negociador y no deliberativo.
Si bien estamos abiertos a la optimización de los métodos de trabajo de la CD, la modificación de sus métodos de trabajo y sus reglas de procedimiento no son lo fundamental para hacer avanzar las negociaciones en este foro.
La situación que persenta la Conferencia de Desarme es resultado de la falta de voluntad política de algunos de sus Estados Miembros, que pretenden mantener el estatus quo en función de intereses nacionales.
La adopción sin más dilación de un programa de trabajo equilibrado e integral, debe tomar en cuenta las consideraciones e intereses de los Estados en materia de desarme, específicamente la prioridad en materia de desarme nuclear.
La Conferencia está preparada para negociar varios temas de su agenda simultáneamente.
Cuba no se opondría al inicio de negociaciones sobre un tratado no discriminatorio, multilateral y efectivamente verificable, que prohíba la producción de todo el material fisionable apto para uso militar y que contemple la declaración de todas las existencias de material fisionable y su eliminación de forma irreversible dentro de un calendario acordado; así como la producción futura de este material para armas nucleares u otros artefactos explosivos nucleares. Aunque la negociación de un tratado sobre este tema constituiría una medida positiva, sería insuficiente si no se alcanza el desarme nuclear.
La prevención de la carrera armamentista en el espacio ultraterrestre también es un tema que merece prioridad, al igual que evitar el emplazamiento de armas en el mismo. El proyecto de Tratado propuesto por Rusia y China es una buena base para proseguir los debates y emprender negociaciones en este sentido.
Por otra parte, constituye un interés legitimo de los Estados no poseedores de armas nucleares, que los Estados que las poseen brinden garantías inequívocas de no usar ni amenazar con el uso de esas armas. Instamos a trabajar en la negociación y adopción, en el plazo más breve posible, de un instrumento universal jurídicamente vinculante en materia de garantías negativas de seguridad, sin condicionamientos.
Cuba condena el empleo encubierto e ilegal por individuos, organizaciones y Estados de los sistemas informáticos de otras naciones para agredir a terceros países, dadas sus potencialidades para provocar conflictos internacionales. El uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones tiene que ser plenamente compatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
Estos temas han sido abordados por el Grupo de Trabajo informal sobre el camino a seguir. Esperamos que sus resultados posibiliten adoptar un programa de trabajo con mandato negociador al inicio de la próxima sesión de la CD en 2018.
Sr. Presidente:
La Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre desarme nuclear celebrada en 2013, significó un paso de avance en la consolidación de la iniciativa de convocar, por primera vez en la historia de la ONU, una Conferencia Internacional de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarme Nuclear, a fin de examinar los avances logrados al respecto, la que tendrá lugar a más tardar en 2018.
Esperamos que dicha Conferencia sea exitosa y cuente con el apoyo de todos aquellos comprometidos con la paz y el desarme nuclear. La misma deberá reflejar los progresos en el anhelado objetivo de un mundo libre de armas nucleares y contribuir al logro de la paz y el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.
Asimismo, deseo invitar a todos los Estados a conmemorar el “Día Internacional sobre la Eliminación Total de las Armas Nucleares” el próximo 26 de septiembre.
Concluyo con una cita, de total vigencia, del líder histórico de la revolución cubana Fidel Castro Ruz, en octubre de 2010, “Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería demasiado tarde (…) En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad. ¡Tengamos el valor de proclamar que todas las armas nucleares o convencionales, todo lo que sirva para hacer guerra, debe desaparecer!"
Muchas gracias.
(Cubaminrex-Misión Permanente de Cuba en Ginebra)