A continuación, texto en español del artículo publicado hoy 23 de marzo en el sitio web del diario “Barricada”, de la Unión de Periodistas Hispanohablantes de Bulgaria, relativo a la entrevista a distancia concedida por la Embajadora cubana, Caridad Yamira Cueto Milián, a la periodista Kadrinka Kadrinova, presidenta de la Unión de Periodistas Hispanohablantes de Bulgaria. El artículo lleva el título: “El fenómeno de los médicos cubanos que fueron a ayudar a Lombardía”.
https://baricada.org/2020/03/23/cuba-lombardia-lekari-covid-19-poslanik/
“El fenómeno de los médicos cubanos que fueron a ayudar a Lombardía”
¿Cuál es el “fenómeno” de los médicos cubanos que han viajado a ayudar a Lombardía?
El Covid-19 está siendo una dura prueba para todos, pero ¿cuándo hablaremos del hambre que ha “coronado al Mundo?. Entrevista con la Embajadora de Cuba en Bulgaria, Caridad Yamira Cueto Milián. Nos habla de los contingentes médicos de su patria, actualmente trabajando en 37 países del mundo.
Kadrinka Kadrinova
Un equipo médico cubano de 52 médicos y enfermeros llegó a la región italiana de Lombardía, la más afectada por la pandemia de Covid-19. El equipo participará en los esfuerzos encaminados a tratar a los pacientes y a detener la propagación de la infección. A los médicos cubanos se les recibe con gran esperanza, pues han demostrado profesionalismo, dedicación y efectividad en múltiples condiciones extremas, en misiones en todo el mundo durante más de cinco décadas. Uno de los casos más memorables fue su contribución al tratamiento de la epidemia de ébola en 2014, tras lo cual Cuba recibió un agradecimiento especial de la Organización Mundial de Salud. La isla de la libertad ha sido reconocida por su atención médica avanzada, gratuita y abierta a todos los ciudadanos cubanos.
Esta es también la razón de nuestra conversación con la Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de Cuba en nuestro país, Excma. Caridad Yamira Cueto Milián. La entrevista se realizó en línea, a distancia, debido a los requisitos del estado de emergencia en Bulgaria, relacionados con la pandemia de Covid-19.
Señora Embajadora, una brigada médica cubana ya está involucrada en la batalla contra el coronavirus en Lombardía. ¿Cómo ve esta pandemia sin precedentes que se ha convertido en una prueba tan difícil para toda la humanidad?
El coronavirus ha significado una tragedia para la humanidad, que se ha cobrado las vidas de cientos de miles y miles de personas. No escatima fronteras. Ha ocasionado más de 700 muertes en un día en Italia, donde la situación parece ser la peor en estos momentos.
Cuba tampoco ha podido sustraerse de esta dura prueba. Hasta hoy se informa la cifra de 35 casos, en su mayoría, debido a contagios a través de contactos con personas procedentes del extranjero, de diferentes países. El primer fallecido fue un turista italiano, que arribó asintomático nuestra frontera. Este virus tiene entre sus principales características el relativo largo y contradictorio período de incubación; cuando se practica el test se corrobora si usted es portador o no, pero mientras tanto, pudo haber infectado a otros.
Pero me gustaría llamar la atención sobre otro aspecto clave de esta pandemia, más allá del humanitario. El coronavirus ha puesto al mundo ante la elección entre la solidaridad y la miseria de un sistema mundial agonizante bajo el Capitalismo.
Ha llegado acompañado de una campaña mediática feroz, donde se manipula todo, haciéndose muy difícil encontrar la verdad. Me recuerda la situación que se generó tras los ataques a las Torres Gemelas, del 11 de septiembre de 2001. Me encontraba en esos momentos en Nueva York, en la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas. Y cuando leo ahora las múltiples repercusiones sobre el supuesto origen del virus, acerca de su supuesta creación artificial, puedo citar que Cuba, mi patria, ha sido objeto de múltiples ataques biológicos por parte de nuestro “gran vecino del norte”. Hemos sufrido la utilización de la “guerra biológica” como parte de la guerra no declarada desatada contra nuestro heroico pueblo durante las seis décadas en las que hemos enfrentado un cruel bloqueo.
Y no es un secreto que la pandemia del Covid-19 contrasta con los indicadores negativos de la economía global; una economía que ya estaba enferma antes del COVID-19, una economía que estaba siendo dopada, sin miramientos.
Resulta particularmente dramático corroborar que en muchos países desarrollados el derecho humano a la salud sigue siendo privativo de un grupo de personas, de los más ricos. El estado del bienestar que se había logrado instalar en Europa, por ejemplo, con sus altas y bajas en el pasado, hoy se torna una quimera…
Los cubanos comentamos estas realidades con mucho dolor y con un alto sentido de la solidaridad. No es el momento de hurgar en las debilidades de los demás, sino de ayudarnos entre nosotros mismos tanto como podamos.
Pero no podemos guardar silencio ante una situación que entraña una amenaza para toda la humanidad. Y lo hacemos con toda la moral y el derecho que nos concede el hecho de que, aún en las duras circunstancias del coronavirus, Cuba continúa siendo sometida a un bloqueo brutal, cuyo cese inmediato no dejamos de demandar.
Además de Lombardía, los médicos cubanos están luchando contra el coronavirus en muchas otras partes del planeta. Sus misiones médicas internacionales se han vuelto proverbiales durante años. En todas partes del mundo los pacientes valoran especialmente el sentido humanista de los médicos cubanos. ¿De dónde viene ese fenómeno?
Es una combinación de diferentes factores: nuestra ética y sentido de la solidaridad, el altruismo que Fidel nos legó, y algo muy importante en lo que Fidel creía: el poder de la ciencia. Como ha señalado en estos días nuestro presidente Miguel Diaz-Cannel, a partir del triunfo de la Revolución nos dimos a la tarea de construir un sistema de salud efectivo, gratuito y accesible para todos, con una comunidad científica consagrada. Con grandes fortalezas, y por supuesto, con las limitaciones que le impone el bloqueo, que causa innumerables daños, aunque en Cuba nadie se queda sin atención médica.
Desde el 1 de enero de 1959, cuando triunfó nuestra Revolución, hasta el año pasado, se han formado en Cuba 376 608 profesionales de la Salud, de ellos, 171 362 médicos. Tenemos suficiente personal para brindar atención médica de calidad a nuestro pueblo y ayudar a otros pueblos del mundo.
Las primeras brigadas médicas cubanas fueron a Argelia, en 1963. Otras brigadas de este tipo ayudaron a paliar los efectos del terremoto de Chile en 1969. Hasta la fecha, más de 420,000 médicos cubanos han trabajado en misiones en 164 países del mundo. Actualmente contamos con brigadas médicos en 37 países afectados por el coronavirus, y allí están nuestros médicos, trabajando arduamente para combatirlo.
En los últimos días, desde el 20 de marzo, nuestras brigadas médicas han arribado no solo a Lombardía, también a Suriname, Jamaica y Nicaragua. A Venezuela, donde nuestros médicos han estado trabajando durante mucho tiempo, hemos enviado un grupo de científicos médicos y especialistas de primer nivel, para ayudar en la lucha contra el Covid-19. Y desde el 22 de marzo, en Lombardía hay un contingente multidisciplinario integrado por 52 médicos.
Tenemos una larga experiencia en la lucha contra otras epidemias, contra el ébola en África Occidental y el cólera en Haití. También hemos ayudado en muchos casos de desastres naturales. Nuestra gente siempre ha estado allí, donde ha sido más difícil, sin negarle ayuda a nadie.
También me gustaría señalar que en Cuba se han graduado 35,613 estudiantes, de 138 países.
Cuba también causó una fuerte impresión con el tema del crucero británico MS Braemar, con cinco enfermos de Covid-19 a bordo y más de 40 aislados con sospechas. Al barco se le negó la entrada a varios países del Caribe y solo Cuba lo aceptó, proporcionó atención adecuada a los enfermos y transferencia en vuelos fletados al Reino Unido.
Así fue. Y fueron numerosas las preguntas acerca de si no estábamos preocupados por la seguridad de nuestros propios ciudadanos al tomar la decisión de recibir el crucero. Además de guiarnos por nuestros principios de humanismo, que nos impiden abandonar a otros seres humanos en desgracia, contamos con sistemas bien organizados de salud y de defensa civil. Ello nos permitió realizar con éxito la transferencia de pasajeros desde el barco, en el puerto de Mariel, donde atracó, directamente hasta los aviones en el Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana. Las muestras de emoción y gratitud de esas personas hacia Cuba fueron inmensas.
El miedo no salva a nadie. La disciplina, la buena organización, una conciencia clara de la situación y la responsabilidad son fundamentales. Solo así podremos superar la pandemia.
Y a nuestros agradecidos pasajeros del crucero, también les enviamos un mensaje: que alcen sus voces donde quiera que estén, para que se levante el bloqueo inhumano contra Cuba.
También se menciona frecuentemente en estos días el medicamento inmunoestimulante cubano Interferón ALFA 2b, que ha tenido buen efecto en el tratamiento de pacientes con coronavirus en la ciudad china de Wuhan. ¿Hay interés en comprarlo por parte de otros países?
Sí, varios países están recurriendo a Cuba para adquirir el Interferón ALFA 2b. Aunque, como siempre, hay quienes nos atacan y ponen en duda su efectividad, o disienten que se haya sido creado en nuestro país. No nos dejamos arrastrar por esos cuestionamientos. Hemos estado usando Interferon ALFA 2b desde 1986. Como han explicado nuestros Especialistas, es una proteína que desencadena mecanismos que interfieren en la multiplicación del virus. El "padre" del Interferón ALFA 2b es el científico cubano Luis Herrera, quien, entre otras cosas, actualmente comparte su experiencia y ayuda en Venezuela. En China, han venido usando este medicamento en los últimos 3-4 meses. Ha ayudado a más de 1,000 personas que han sido tratadas en Wuhan. En China ha sido construida una fábrica para producirlo conjuntamente con Cuba. Nicaragua también ha mostrado interés en una producción conjunta.
En estos días, un grupo de economistas estadounidenses, incluido el famoso Jeffrey Sachs, ha exigido, frente a la brutal pandemia de Covid-19, que Estados Unidos levante las sanciones contra países como Cuba, Venezuela e Irán, para que puedan lidiar con el coronavirus. ¿Cree que esto pueda suceder?
Hay muchas voces dignas en los Estados Unidos que han exigido durante mucho tiempo el levantamiento del bloqueo genocida. Pero no creo que ahora el presidente Donald Trump los escuche. Ahora tiene una nueva excusa: supuestamente está ocupado luchando contra el coronavirus en su propia casa, y no tiene tiempo para mirar a otro lado.
Y me pregunto: ¿cuándo hablaremos de la “corona” del hambre en el mundo?
La brutal experiencia del Covid-19 cesará algún día. Pero es hora de que la humanidad sienta y comprenda que las desigualdades dramáticas y el orden mundial injusto son, en esencia, la gran amenaza contra todos.
La pandemia también ha obligado a Cuba a declarar el cierre de sus fronteras, lo que obviamente es mortal para el turismo, importante para su economía...
No hay dudas, el turismo es la locomotora de la economía cubana y, por supuesto, con las actuales medidas preventivas, sufrirá. Pero sobreviviremos y resistiremos. Estas son las nuevas circunstancias. Reforzaremos nuestras producciones en otros sectores, en la medida de lo posible. Tenemos una experiencia tan extensa como largo ha sido el bloqueo...
Muchas personas, con buenas intenciones, me preguntan ¿cómo nos protegeremos en Cuba del coronavirus, si tenemos suficientes desinfectantes, o gel para las manos….? Mire, hemos sufrido tantas carencias crónicas impuestas por el bloqueo, que hemos tenido que reinventarnos y volvernos creativos. Hemos aprendido a vivir sin muchas cosas. Ahora ni siquiera pensamos en el gel, o nos enloquecemos por el papel higiénico. Nosotros hemos tenido que buscar y encontrar nuestras propias formas de supervivencia y de resistencia.
A menudo las personas olvidan que, debido al recrudecimiento del bloqueo, el año pasado tuvimos grandes problemas con el suministro de algunos alimentos. Debido al bloqueo, también se nos ha negado el acceso a determinados medicamentos. Por causa del bloqueo hemos tenido que pagar seis veces más por un medicamento para que un niño cubano enfermo de cáncer lo reciba desde el otro lado del mundo...
Recordaré aquí algunas cifras sobre los daños directos causados por el bloqueo. Durante los 61 años transcurridos desde el Triunfo de la Revolución, el bloqueo nasa ocasionado pérdidas en el orden de los $ 138 mil millones 843 millones. Desde abril de 2018 hasta marzo de 2019, la suma es de $ 4 mil millones, o sea, $ 12 millones por día.
¿Qué opina usted que le deparará al Mundo esta pandemia?
Espero que seamos más justos, más humanos. Por estos días mucha gente asegura que el coronavirus es una enfermedad que nos han contagiado los ricos, porque son ellos los que pueden viajar. Pero ha quedado demostrado que nos contagiamos todos, ricos y pobres. Aunque, definitivamente, los que más han sufrido y están sufriendo son los mismos: los más débiles y vulnerables. Los ricos pagan y reciben los mejores tratamientos, los medicamentos más efectivos. El Planeta está enfermo. El orden económico mundial está enfermo, acumuló miseria. Sólo la solidaridad humana puede salvarnos.
Kadrinka Kadrinova
23.03.2020.
