En el primer día del debate en el plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas del proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los EE.UU. contra Cuba denunciaron el bloqueo a la isla 33 Estados , 9 de ellos a nombre de grupos regionales, tales como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Grupo de los 77 y China, la Comunidad del Caribe (CARICOM), Organización para la Conferencia Islámica (OCI), el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y el Grupo Africano
24 Grupos regionales y Estados denunciaron también la injustificada inclusión de Cuba en la arbitraria y unilateral “Lista de Estados patrocinadores del terrorismo” del Departamento de Estado, entre ellos la ASEAN, la Organización para la Cooperación Islámica, la CELAC, el SICA, el G77 y China, la CARICOM, el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta, el MNOAL y el Grupo Africano, así como otros países de América Latina y el Caribe, África, Europa y Asia, entre ellos Laos, Cambodia, Vietnam y RPD Corea.
El 11 de enero de 2021, a solo 9 días de la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, el Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció oportunistamente la reinserción de Cuba en la arbitraria Lista unilateral de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, sobre la base de argumentos inconsistentes y sin evidencia alguna. El gobierno de Biden mantuvo esta designación, con total conocimiento de que los pretextos usados para “justificarla” fueron falsos y deshonestos.
Es conocido por las agencias de inteligencia, el Gobierno y el Congreso de los EE.UU. que Cuba ha sido víctima, no victimario del terrorismo.
Para mencionar solo un ejemplo bien conocido, el Comité Church, formalmente conocido como Comité Selecto del Senado de los Estados Unidos para el Estudio de las Operaciones Gubernamentales Respecto a las Actividades de Inteligencia, investigó entre 1975 y 1976 y encontró evidencias de decenas de intentos de atentados terroristas contra el líder cubano Fidel Castro de los 638 planes de la CIA por asesinarlo , documentados por la Seguridad del Estado de Cuba.
Las investigaciones del Comité Church llegaron a la conclusión de que el gobierno de Estados Unidos había planeado, en tiempos de paz, en varias ocasiones, el asesinato de Fidel Castro, entre otros líderes políticos extranjeros.
La inclusión en la Lista de Estados patrocinadores del terrorismo genera, en adición a las restricciones del bloqueo de los EE.UU contra Cuba, consecuencias severas para la economía de la isla país, principalmente en el sector bancario-financiero. También refuerza los efectos disuasivos e intimidatorios hacia empresarios de terceros países en sus relaciones comerciales con Cuba. Su impacto no solo resulta en extremo perjudicial para el comercio, sino también para las posibilidades de obtener créditos y realizar pagos de bienes e insumos imprescindibles para la población y el desarrollo del país.
Debido a la injustificada calificación como Estado que supuestamente patrocina el terrorismo, numerosas compañías y entidades financieras del mundo se rehusaron a operar con Cuba por temor a las arbitrarias e ilegales represalias del Departamento del Tesoro del gobierno de los Estados Unidos. Decenas de bancos suspendieron sus operaciones con Cuba y las empresas en suelo cubano, incluyendo transferencias para la compra de los necesarios alimentos, medicamentos, combustibles, materiales, piezas y otros bienes. Debido a esto Cuba debió asumir elevados costos adicionales para adquirir insumos de imprescindibles.

