Comunicado de la Delegación Permanente de Cuba ante la UNESCO sobre la marcha contra el bloqueo y la permanencia de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Paris, 21 de diciembre de 2024. Una nueva página de dignidad y rebeldía protagonizó el pueblo cubano este viernes 20 de diciembre, cuando más de 500 000 capitalinos marcharon a lo largo del Malecón habanero para exigir el fin del bloqueo genocida y de las sanciones unilaterales impuestas por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
Al frente de esta movilización multitudinaria estuvieron el líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quienes acompañados por el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura y otros dirigentes del Partido, el Estado, el Gobierno, las organizaciones políticas y de masas y de las fuerzas armadas, guiaron a esta marea de pueblo en su marcha por la justicia, por la vida, por la dignidad.
En su intervención ante el pueblo reunido, el mandatario cubano destacó que “la pretensión de Estados Unidos de lacerar la dignidad de este pueblo, por medio del garrote, ha quedado deshecha hoy, con esta concentración y marcha combatiente, que demuestran cuán elevado sigue estando el honor de nuestra Patria”.
En este contexto, el dirigente cubano recordó que, a tan solo un mes de dejar la Casa Blanca, el presidente Biden no ha hecho nada por alejarse de la línea de bloqueo reforzado y asfixia económica a Cuba que le dejó como herencia la administración republicana que en enero regresa a la Oficina Oval. “Con la aplicación de las 243 medidas adicionales y el mantenimiento de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, Biden cumplió disciplinada y cruelmente con la política que Trump aprobó durante su mandato”, declaró el presidente de Cuba.
Cuba ha sido víctima durante más de 60 años de la aplicación por el gobierno de los Estados Unidos de un bloqueo económico, comercial y financiero que constituye el principal obstáculo a su desarrollo económico y social y que representan una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo un pueblo. A ello se suma la injusta inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, elaborada unilateralmente por el Departamento de Estado, que solo busca infringir mayor daño al pueblo cubano.
Pero Cuba no está sola. Numerosas voces en todo el mundo, y dentro de los propios Estados Unidos, se alzan junto al pueblo cubano para reclamar el fin de esta política hostil e inhumana. Recientemente, la Asamblea General de las Naciones Unidas se convirtió, por trigésimo segunda ocasión consecutiva, en tribuna internacional por el fin del bloqueo y la exclusión de Cuba de esa arbitraria e inmoral lista.
Engalanado con banderas de la estrella solitaria, marchando con paso firme y seguro al ritmo de consignas revolucionarias, el pueblo cubano demostró su unidad, su apoyo inequívoco a la Revolución Cubana y su inquebrantable decisión de seguir avanzando en la construcción de una sociedad socialista, justa, democrática y sostenible, a pesar de los desafíos y las adversidades.