Fernández de Cossío: Inclusión de Cuba en lista unilateral de EEUU es un acto deliberado y deshonesto

La Habana, 21 de mayo de 2020. A 20 días del ataque terrorista a la embajada de Cuba en Washington, el Gobierno de Estados Unidos aún guarda silencio. Sin embargo, incluyó a La Habana en una lista unilateral de países que “no cooperan” en la lucha contra el terrorismo, lo que ha sido calificado por Carlos Fernández de Cossío, director general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), como “un acto político, deliberado y profundamente deshonesto”.

“Es un listado ilegítimo que no tiene reconocimiento absoluto por ningún foro internacional u órgano colegiado autorizado en temas de lucha contra el terrorismo, y que busca desacreditar a Cuba y presionar a terceros países en sus relaciones con la isla”, sostuvo el diplomático durante un encuentro con medios de la prensa nacional, este martes, en el que también repasó otros temas sustanciales de las deterioradas relaciones bilaterales.

Ello surgió y continúa explicándose por el aislamiento que sufre la autoridad estadounidense ante los organismos internacionales, foros multilaterales y la comunidad mundial.

“La imposibilidad de imponer su agenda y criterios frente a la voluntad de la mayoría de los Estados, ha conducido a ese Gobierno a publicar listas sobre distintos temas para señalar a otras naciones”, sustentó.

Citó el ejemplo del listado sobre el combate al narcotráfico, “lo cual es paradójico, porque es conocido que a nivel global, el mercado fundamental para el tráfico de drogas es EE.UU.”

“Es en ese territorio donde más dinero se genera y más fortunas existen como fruto del tráfico de drogas”, subrayó.

Lo mismo hace con la libertad religiosa y la trata de personas, mientras que tiene al menos dos listas referidas al tema del terrorismo, como en la que está incluida Cuba, acusada de “no cooperar lo suficiente con el esfuerzo estadounidense de lucha” contra ese flagelo.

Algo paradójico a juicio de Fernández de Cossío, teniendo en cuenta que EE.UU. conoce, así como la comunidad internacional, que “Cuba tiene una posición vertical y consistente contra del terrorismo, nuestra intolerancia con cualquiera de sus manifestaciones es absoluta”.

Solo en el servicio y política exterior, Cuba ha sido objeto de más de 500 actos terroristas, en su mayoría fraguados, organizados, financiados y ejecutados desde territorio estadounidense, por individuos que viven allí y han disfrutado de libertad al amparo de aquel gobierno, a pesar de ser extremistas connotados y reconocidos.

“No estoy contando aquí el terrorismo de Estado, practicado por el Gobierno estadounidense, específicamente por la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) contra el pueblo de Cuba”, mencionó.

Fernández de Cossío señaló un factor esencial, y es que —como bien conoce el Gobierno de EE.UU.— actualmente existen acuerdos de cooperación bilateral, así como en materia de aplicación y cumplimento de la ley, que incluyen el combate contra el terrorismo.

Añadió que recientemente han habido acciones concretas de colaboración, algunas de ellas de beneficio para el Gobierno estadounidense y de interés para su seguridad nacional.

El director general de EE.UU. del Minrex aseveró que, desafortunadamente, determinados países o autoridades estadounidenses en otras naciones prestan atención a estas calificaciones, y actúan en algunos casos en correspondencia.

El impacto práctico de entrar en este listado de “no cooperar completamente” con los esfuerzos antiterroristas de Washington, es la prohibición de la venta o licencia para la exportación de artículos y servicios militares y de defensa a estos Estados.

Mientras EE.UU. decide incluir a La Habana en su lista negra, calla con respecto a los sucesos del 30 de abril último, cuando un ciudadano de origen cubano abrió fuego contra la embajada caribeña en la capital norteamericana.

Para las autoridades diplomáticas de la isla, cada día que pasa de silencio público sobre el acto terrorista perpetrado por un individuo que se confesó dispuesto a matar, “es un día que demuestra la complicidad de la actual administración en relación con dicho acontecimiento”.

“Es un silencio cómplice, sobre todo cuando se han podido demostrar vínculos entre ese ciudadano [Alexander Alazo Baró] con grupos e individuos de trayectoria violenta en aquella nación, promotores actos agresivos contra nuestro país”, detalló el funcionario.

Como refirió el Canciller cubano en una comparecencia para hablar sobre tales hechos, el Gobierno de EE.UU. está aún por explicar cuáles son los nexos de un centro religioso de la zona de Doral, en el sur de Florida, con el atacante, así como el vínculo entre los discursos y planteamientos agresivos y hostiles contra Cuba que se promueven allí con la conducta y la decisión de este individuo de ametrallar la embajada con la intención confesa de matar.

De manera particular, rememoró que las misiones diplomáticas de Cuba en Washington y Nueva York han sido blanco de ataques con explosivos y disparos, e incluso en medio de una céntrica avenida del barrio neoyorquino de Queens fue baleado el diplomático cubano Félix García, en 1980.

Fuente: CubaMINREX/ CubaDebate

 

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