Señor Presidente,
La Declaración y el Programa de Acción de Durban continúa siendo el documento de mayor alcance y trascendencia en los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Su plena implementación debe constituir una prioridad para todos.
Desterrar del planeta todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexa es una deuda contraída con los millones de víctimas de estas abominables prácticas a lo largo de la historia.
Es necesario que todos reconozcamos la esclavitud y la trata transatlántica de africanos como crímenes contra la humanidad y que los descendientes de las víctimas de aquellas prácticas criminales, lo mismo que las víctimas del colonialismo y la explotación genocida aplicada a los pueblos indígenas, reciban las reparaciones y compensaciones que merecen, como una medida de justicia histórica pendiente.
Llamamos a todos los Estados a implementar, sin demora, el programa de actividades que sustenta el Decenio Internacional de los Afrodescendientes.
Señor Presidente,
Es necesario, en primer lugar, suprimir las causas raigales que generan el racismo, la discriminación y la creciente xenofobia.
Cuba considera que es un deber impostergable de la comunidad internacional instrumentar programas de colaboración y asistencia para avanzar en la consecución de esos objetivos.
Muchas gracias.
