Señor Presidente:
Cuba apoya firmemente la importante labor de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y se honra de su membresía en la misma.
El trabajo de esta organización es aún más relevante en un mundo cada vez más interconectado, en el que migración ha devenido en un fenómeno de alcance y consecuencias globales.
El incremento de los flujos migratorios actuales está condicionado, entre otros factores, por la difícil situación socio-económica mundial, las asimetrías que reproduce el sistema de dominación hegemónica desde los centros de poder, y por las medidas coercitivas unilaterales que impactan de forma negativa y directa en muchos países, fundamentalmente en aquellos sectores más vulnerables.
Las soluciones que se propongan deben tener un enfoque integral y de cooperación, tomar en consideración las potencialidades de cada país, atender las causas estructurales de la migración, y basarse en el respeto a la integridad y la dignidad humanas.
Los migrantes y los flujos migratorios no son un problema, sino un fenómeno de nuestros tiempos, una expresión de los desafíos y problemas del sistema internacional.
El diálogo y la cooperación son el camino para fomentar y garantizar una migración regular, segura y ordenada, con pleno respeto a los derechos humanos y a las prioridades de cada nación.
Señor Presidente:
Las políticas anti-inmigrantes promovidas desde el Norte y las reiteradas deportaciones masivas utilizadas como arma de presión política, constituyen graves violaciones de los derechos humanos.
Los tratos inhumanos de los que son objeto los migrantes deben ser condenados y rechazados de manera enérgica y contundente.
Todos tenemos la responsabilidad moral de legar a las generaciones futuras un mundo con menos desigualdades y xenofobias; en el que cada migrante reciba el trato justo y digno que amerita su condición humana.
Corresponde a los Estados Miembros de la OIM el papel central en la eleboración, discusión y aprobación de las propuestas de reforma que se requieren ante la seria crisis financiera que enfrenta la Organización.
En este contexto, resulta preocupante que en el presupuesto para 2026 se dedique solo el 5,7 % de los recursos para proyectos en América Latina y el Caribe, una de las zonas más activas del planeta en cuanto flujos migratorios. Estas cifras pondrían en riesgo la continuidad de programas conjuntos que son claves en la protección de los migrantes y en la supervisión, planificación y gestión institucional.
Señor Presidente:
Cuba enfrenta, desde hace más de 60 años, un cruel e inhumano bloqueo económico que es el principal obstáculo para el desarrollo de la nación y está destinado a generar carencias y penurias a nuestro pueblo, con impacto directo sobre el potencial migratorio.
Cuba enfrenta, además, al drenaje de su fuerza laboral, como consecuencia del incremento de la migración.
El bloqueo constituye un estímulo a la emigración irregular e insegura. Esa política debe cesar, como lo exige la comunidad internacional de manera casi abrumadora.
Nuestro país agradece el valioso apoyo de la OIM en la implementación de varios proyectos de cooperación bilateral para estudiar los flujos migratorios internos y el impacto de los eventos climatológicos en el movimiento de las personas.
De igual forma, agradecemos el apoyo de la OIM en los esfuerzos por actualizar nuestra Ley Migratoria.
Cuba actualmente prepara su Informe sobre la implementación del Pacto Global de Migraciones en el marco del Foro de Examen. Este ejercicio planificado, para 2026, servirá para perfeccionar nuestros mecanismo internos y fortalecer la cooperación con la OIM.
Concluyo reiterando nuestro compromiso con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. En los esfuerzos internacionales para construir una perspectiva migratoria de paz, entendimiento y colaboración, siempre se podrá contar con Cuba.
Muchas gracias.