Intervención del Representante Permanente de Cuba, Embajador Pedro L. Pedroso Cuesta, en el Debate General del Tema 4 (Situaciones de derechos humanos que requieren la atención del Consejo). 40º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos. Ginebra, 12 de marzo de 2019.
Señor Presidente:
Lamentablemente, los países occidentales continúan utilizando este debate general, para pretender dar lecciones sobre derechos humanos, y para criticar a países del Sur, omitiendo sus propias y serias violaciones de derechos humanos, cometidas dentro y fuera de sus territorios.
No hemos escuchado, por ejemplo, preocupaciones sobre el aumento de la xenofobia, el racismo, la discriminación y la intolerancia como políticas de Estado. No se mencionan las graves violaciones contra los derechos humanos de los migrantes, especialmente en aquellos que rechazaron suscribir el Pacto Global para una migración regular, ordenada y segura y que tampoco reconocen el derecho al desarrollo como un derecho humano básico.
Tal parece que los gobiernos de los países que se sienten con el derecho de predicar a otros los que ellos mismos no garantizan dentro de sus propias fronteras no consiguen todavía despojarse de sus mentalidades colonizantes. Cómo pueden explicar entoces muchos de esos gobiernos que en sus países todavía la mujer reciba un salario inferior al del hombre por igual trabajo? O que no existan garantías de protección económica pos maternidad?
Las gravísimas amenazas al derecho a la vida y a la paz, el aumento de las criminales políticas coercitivas unilaterales, los sabotajes a la vida económica, política y social de Estados soberanos, y la violación de los principios básicos del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU tampoco parecen no importar demasiado.
Algunos parecen más preocupados por imponer recetas y clichés sobre democracia y derechos humanos, siempre y cuando sean otros los que las cumplan, y en promover mecanismos selectivos que nunca estarían dispuestos a aceptar para sí mismos.
Señor Presidente:
El rechazo y la eliminación de los dobles raseros, la manipulación, la politización y la selectividad, en el tratamiento de los derechos humanos, deberían ser una prioridad para todos. Por estas manifestaciones, el Consejo de Derechos Humanos corre el peligro de seguir los pasos de su predecesora.
El diálogo y la cooperación, que son objetivos centrales por los que creamos este Consejo, se dejan a un lado cada día para privilegiar la confrontación estéril.
Señor Presidente:
Rechazamos el uso del tema de los derechos humanos para ejercer presión política y buscar imponer acciones punitivas, muchas veces con el objetivo de promover y disfrazar operaciones de cambios de régimen.
Señor Presidente:
Cuba continuará promoviendo la solidaridad y la cooperación internacional, con la convicción y la voluntad de que sobre la base del diálogo y el respeto es posible alcanzar un mundo mejor para todos.
Muchas gracias.