Intervención del Representante permanente de Cuba, Juan Antonio Quintanilla, Debate General, 11º sesión del Cmte Ad Hoc para la elaboración de normas complementarias a la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial

Señora Presidenta:

Ante todo, permítame felicitarla por su elección y asegurarle todo el respaldo de mi delegación en sus labores. Le reitero el compromiso de Cuba con el mandato de este órgano y nuestra voluntad de continuar trabajando de manera constructiva para avanzar en el cumplimiento de su mandato.

Es lamentable tener que resaltar que, a 20 años de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, y a más de medio siglo de la entrada en vigor de la Convención en este ámbito, los objetivos trazados en esos documentos para la lucha contra todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, están aún muy lejos de alcanzarse.

Subsiste el racismo estructural, particularmente en los países capitalistas desarrollados, y se acrecientan los discursos de odio y las acciones violentas por motivos de odio contra minorías, migrantes y refugiados, y en algunos casos contra pueblos enteros.

La crisis global multidimensional, agravada por la pandemia de COVID-19, ha exacerbado esta situación.

Señor Presidente:

Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, tuvo lugar un proceso de transformaciones radicales que demolió desde la base, un sistema racista y discriminatorio en el cual la población negra y mulata sufrió durante siglos la discriminación racial estructurada e institucionalizada.

En la Cuba actual, la apología del odio, la xenofobia, la intolerancia y las ideas supremacistas sobre bases de origen nacional, religioso o étnico, son ajenas a la vida política y social del país.

La Constitución de la República de Cuba, aprobada en referendo por la abrumadora mayoría del pueblo en 2019, ratificó y fortaleció el reconocimiento y la protección del derecho a la igualdad, así como la prohibición de la discriminación. Además, estamos comprometidos en continuar combatiendo algunos prejuicios y estereotipos raciales que persisten en nuestra sociedad.

Señora Presidenta:

Denuncio que el racismo y la discriminación racial se utilizan como ejes de campañas mediáticas, manipulaciones y mentiras contra Cuba, con el objetivo de empañar nuestros avances desde 1959 en el ámbito de los derechos humanos. Dichas campañas se articulan con acciones de desestabilización e injerencia, y con la política de bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene y recrudece el gobierno de los Estados Unidos, a pesar del reclamo internacional para que se ponga fin a esa política, tal como solicitaron más de una treintena de altos dignatarios durante el debate general de la 76º Asamblea General de la ONU.

Señora Presidenta:

Concluyo reiterando el llamado a la voluntad política de todos los estados para aunar esfuerzos en el combate a la discriminación racial y todas las formas de intolerancia, en todas partes del mundo, por medio del diálogo constructivo y la cooperación en el marco de Naciones Unidas y sus mecanismos.

Muchas gracias.

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Multilaterales
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