Durante la reanudación del décimo período extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea General de la ONU, el cual inició este martes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el Representante Permanente de Cuba ante la ONU, Embajador Ernesto Soberón Guzmán, tomó la palabra para apoyar el proyecto de resolución presentado por la delegación de Palestina en su capacidad nacional, por primera vez en su historia.
Este proyecto, el cual será considerado el 18 de septiembre por la Asamblea General, tiene como objetivo brindar seguimiento a la Opinión Consultiva emitida por la Corte Internacional de Justicia el pasado 19 de julio sobre la legalidad de los asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado.
El Embajador recordó que, en la mencionada Opinión de la CIJ, la Corte determinó que las Naciones Unidas y, en especial, la Asamblea General, así como el Consejo de Seguridad, deben considerar las modalidades precisas y las medidas adicionales necesarias para poner fin, lo más rápido posible, a la presencia ilegal de Israel en el territorio palestino ocupado.
Cuba señaló que, en opinión de la Corte, la presencia continua de Israel en el Territorio Palestino Ocupado es ilegal y que tiene la obligación de poner fin a su ocupación de ese territorio.
Para el Alto Tribunal, las políticas y prácticas de Israel en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, equivalen a una anexión de iure y de facto, con la clara intención de afirmar el control y la soberanía permanentes sobre el territorio, en violación del Derecho Internacional, incluidas la prohibición de la Carta de la adquisición de territorio por la fuerza y el derecho inalienable de los pueblos a la libre determinación, señaló el representante de la Mayor de las Antillas.
Al propio tiempo, el Embajador Soberón Guzmán reiteró que el Consejo de Seguridad debe cumplir sus responsabilidades y funciones poner fin a la barbarie de Israel.
Durante su intervención, el representante cubano reiteró la condena a los asesinatos de civiles, especialmente de mujeres, niños y de trabajadores humanitarios del sistema de Naciones Unidas; demandó un cese al fuego inmediato; señaló la necesidad de poner fin a la retórica belicista y reiteró la importancia de continuar movilizando, con suma urgencia, ayuda humanitaria de emergencia para atender la catastrófica situación en Gaza.
De igual modo, enfatizó en la necesidad impostergable de una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital y que garantice igualmente el derecho al retorno de los refugiados.
Al tiempo que expresó la invariable solidaridad de Cuba con el pueblo palestino, sentenció que la historia no olvidará nunca a los que pudieron detener el genocidio y no lo hicieron.