Señor Presidente,
Cuba reitera su rechazo a los mandatos politizados y punitivos que se imponen por la fuerza y en contra de la voluntad del Estado concernido.
Este diálogo y la resolución que le da origen, son un claro ejemplo de las prácticas discriminatorias y los dobles raseros, que instrumentalizan el tratamiento de los derechos humanos con propósitos injerencistas y de dominación política.
En el caso de la República Islámica de Irán, denunciamos la imposición y reforzamiento de medidas coercitivas unilaterales, dirigidas a afectar sectores estratégicos de ese país.
Señor Presidente:
Reafirmamos que el aumento de enfoques punitivos contra países en desarrollo que no se pliegan a los designios del imperialismo internacional y eligen la soberanía como camino, son inaceptables y afectan la credibilidad del Consejo.
Como ha quedado demostrado, solo a través del diálogo respetuoso y la cooperación constructiva, las decisiones del Consejo podrán ser efectivas en la promoción y protección de todos los derechos humanos para todos.
Muchas gracias.