Señor Presidente:
Cuba rechaza las denominadas represalias, práctica a la que nuestro país jamás acudirá.
Reiteramos nuestra preocupación por la continua utilización y manipulación de la maquinaria de las Naciones Unidas para promover acusaciones contra Estados soberanos. Reafirmamos que, en virtud de la Carta de la ONU, no es el papel de la Secretaria el de canalizar dichas acciones injerencistas contra los Estados Miembros, y, mucho menos, a partir de alegaciones falsas e inconsistentes, que no son verificadas rigurosamente.
De manera consistente hemos expresado nuestro rechazo a este mandato.
Señor presidente:
Llama la atención nuevamente que el informe no recoge prácticamente ningún caso en países desarrollados, a pesar de numerosas denuncias sobre actos de represalias, amenazas y acciones legales selectivas y discriminatorias contra activistas ambientales y por los derechos indígenas, migrantes, refugiados, solicitantes de asilo, líderes políticos y sociales en estos países.
Cuba reitera que la falta de objetividad, selectividad y los dobles raseros solo contribuyen al aumento de la politización de los mecanismos de derechos humanos, y no tributan al verdadero objetivo de promover el dialogo respetuoso y la cooperación internacional, principios sobre los que fue fundado este Consejo.
Muchas gracias