Señor Presidente:
Cuba nunca apoyará la imposición de resoluciones y mecanismos que no cuenten con el consentimiento del país concernido, y que estén motivados por evidentes intereses geopolíticos.
Reafirmamos nuestro apoyo al pueblo y gobierno de Belarús, y a su presidente Alexander Lukashenko, al tiempo que condenamos el empleo del Consejo y los mecanismos de derechos humanos para intentar legitimar el avance de la OTAN en Europa del Este.
Todo pueblo tiene derecho a decidir su propio sistema político, económico, social y cultural. La injerencia extranjera y los intentos de vulnerar la soberanía y autodeterminación de ese hermano país son incompatibles con la principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, y constituye una violación flagrante del derecho internacional.
Señor Presidente:
Reiteramos una vez más que la politización y los dobles raseros que imperan en el tratamiento de los derechos humanos son inaceptables y afectan la credibilidad del Consejo.
Insistimos en que el diálogo respetuoso y la cooperación internacional son el camino más efectivo para la promoción y protección de los derechos humanos en cualquier parte del mundo.
Muchas gracias.