Señor Presidente:
Rechazamos enérgicamente los comentarios realizados por la República Checa contra Cuba durante este debate. Los mismos carecen de cualquier legitimidad legal o moral, no están apegados a la verdad y denotan claras motivaciones políticas.
La delegación de la República Checa miente e insiste en una política exterior anclada en el pasado, injustificada, intervencionista y obsesiva contra Cuba.
En su lugar, debería preocuparse y ocuparse por atender las graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos que ocurren en su propio territorio, las cuales son ampliamente conocidas y denunciadas por la comunidad internacional.
Señor Presidente:
Resultan extremadamente vergonzosas las continuas políticas de discriminación e intolerancia de ese país contra las minorías, el uso de discursos de corte racista incluida la violación de los derechos humanos de las niñas y niños romaníes, que son víctimas de segregación y discriminación institucionalizada en las escuelas, con la total complicidad de las autoridades del gobierno.
Continúa siendo lamentable el tratamiento que otorgan a los migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y extranjeros que residen legalmente en el país, la mayoría de los cuales no tienen acceso a un trato digno ni a una cobertura sanitaria adecuada.
Nos sentimos profundamente preocupados por la proliferación de los discursos de odio contra de los musulmanes en la República Checa, así como el continuo asedio en ese país contra las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgénero e intersexuales, quienes enfrentan prejuicios y discriminación, que se traduce en una marcada violencia de género.
Señor Presidente:
La República Checa insiste en críticas infundadas contra países soberanos, mientras desconoce recomendaciones que se le han realizado en sus presentaciones ante el Examen Periódico Universal y es incapaz de garantizar su implementación y proteger los derechos humanos al interior de sus fronteras.
Al mismo tiempo, la República Checa no muestra preocupación por las violaciones de derechos humanos que se comenten en algunos países desarrollados, lo que es evidencia irrefutable de su doble rasero y selectividad.
Reiteramos nuestra firme oposición a la politización y los intentos de manipular las labores de este Consejo con claros fines injerencistas y neocolonialistas.
Muchas gracias.