Señor Presidente:
Coincidimos con el Relator en que las condiciones de vivienda de los migrantes, en muchos casos, son peores que las de los nacionales, como consecuencia de políticas discriminatorias, racismo y xenofobia, que conducen a su marginación social.
La discriminación continúa siendo uno de los obstáculos más generalizados a nivel mundial para la realización del derecho a una vivienda adecuada.
Resulta vergonzosa e inaceptable la creciente retórica de odio que se observa en no pocos países desarrollados.
Se criminaliza a los migrantes y se violan sus más elementales derechos humanos con políticas de cero tolerancia. Son injustamente acusados de empeorar la crisis económica y de vivienda, cuando en realidad son víctimas de dicha crisis y de un injusto orden internacional que ha condenado a la mayoría de los países del Sur a la pobreza.
La aplicación de medidas coercitivas unilaterales también impacta de manera negativa en el derecho a una vivienda adecuada. El bloqueo económico impuesto por el gobierno de los Estados Unidos provoca pérdidas a Cuba de unos 14 millones de dólares diarios.
Bastaría contar con el dinero del que se priva a Cuba durante 9 meses de bloqueo, para construir 467 mil nuevas viviendas, con lo cual se solucionaría el déficit habitacional en nuestro país.
Este Consejo debe mantener una posición firme de rechazo a estas criminales políticas, que violan los derechos humanos de millones de personas.
Muchas gracias.
