Señor Presidente:
Agradecemos a las delegaciones de Nueva Zelanda, Colombia y Estonia la presentación del proyecto de resolución L.20 Rev.1, que aborda un tema prioritario para Cuba y al que brindamos especial atención como parte de los esfuerzos para garantizar el derecho humano a la salud y los derechos de las mujeres y niñas.
La persistencia a nivel mundial de la mortalidad y la morbilidad materna prevenible constituye una de las expresiones más dolorosas de la pobreza, la desigualdad y la injusticia social.
A pesar de la revisión oral realizada, el proyecto de resolución no refleja de forma clara el negativo impacto de las medidas coercitivas unilaterales en la prevención de la mortalidad y la morbilidad maternas. Esas medidas limitan y obstaculizan el acceso a medicamentos, equipos, tecnología y recursos esenciales para prevenir la mortalidad y morbilidad materna.
Exhortamos a los patrocinadores a reflejar esta importante dimensión del problema en futuros proyectos de resolución.
Ninguna mujer debería morir por causas evitables durante el embarazo, el parto o el puerperio.
Cuba cuenta con un sistema de salud universal, gratuito y centrado en la atención primaria, que ha permitido sostener indicadores maternos muy favorables, a pesar de las condiciones económicas adversas y el dañino impacto del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.
La eliminación de la mortalidad y la morbilidad materna prevenible requiere de más voluntad política y mejor cooperación internacional.
Nuestro país continuará defendiendo el derecho a la salud como un pilar esencial de la dignidad humana.
Por las razones anteriores, Cuba apoya el proyecto de resolución L.20 Rev. 1 y espera que el mismo pueda ser adoptado por consenso.
Muchas gracias.