Señor Presidente:
El injusto orden internacional perpetúa la desigualdad y la brecha financiera entre un Norte opulento y un Sur que se ve obligado a endeudarse debido a las disparidades que el propio sistema genera.
Este orden solo es funcional para un grupo selecto de naciones que construyeron la prosperidad a costa del empobrecimiento del Sur y se convirtieron en eternos acreedores. La deuda histórica del Norte no ha sido saldada.
Los países en desarrollo han visto duplicarse su deuda externa en los últimos diez años. Al acudir a los mercados financieros, enfrentan tasas de interés hasta 8 veces superiores a las de los países desarrollados.
Muchas naciones del Sur tienen que dedicar buena parte de sus ingresos al servicio de la deuda, lo que equivale a una nueva forma de explotación.
En semejantes condiciones desfavorables el Sur nunca podrá contar con los recursos necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La carga de la deuda continuará desviando recursos que pudieran ser destinados a la educación, la salud y la realización de otros derechos económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo.
La deuda externa de los países en desarrollo, pagada varias veces, es impagable y debe ser condonada.
Cuba reitera su respaldo al mandato de la Experta Independiente y presentará en esta sesión un proyecto de resolución sobre las consecuencias de la deuda externa en el pleno disfrute de los derechos humanos. Agradecemos de antemano el apoyo a esta iniciativa.
Muchas gracias.
