Señor Presidente:
La delegación cubana reconoce y agradece los esfuerzos desarrollados por usted y su equipo, y el útil documento que se nos ha presentado, con la cuarta versión del instrumento internacional para la regulación, monitoreo y supervisión de las actividades de las empresas militares y de seguridad privadas.
Tenemos grandes retos en el tiempo restante, desafíos jurídicos, y discusiones técnicas que llevar a cabo para avanzar con la mayor rapidez posible.
Cuba enfatiza la necesidad y urgencia de regular las empresas militares y de seguridad privadas, cuyo número crece rápidamente y se involucran cada vez más en conflictos, en violaciones del Derecho Internacional y del Derecho Internacional Humanitario y en abusos de los derechos humanos.
Algunos Estados utilizan estas empresas para eludir el Derecho Internacional, camuflar su responsabilidad con respecto a las violaciones de los derechos humanos y operar sin rendir cuentas.
Muchas de esas entidades en realidad realizan un nuevo tipo de actividad mercenaria. Cuba ha sido víctimas de tales acciones en múltiples ocasiones.
Las empresas militares y de seguridad privadas no pueden seguir operando con impunidad y sin rendir cuentas.
En ese contexto, ratificamos el firme apoyo de Cuba a la adopción de un instrumento internacional jurídicamente vinculante robusto para la regulación, monitoreo y supervisión de las actividades de las empresas militares y de seguridad privadas.
La ausencia de ese instrumento crea un vacío legal sustancial en los esfuerzos por exigir responsabilidades a las empresas militares y de seguridad privadas y a los Estados de las que estan proceden.
Ese nuevo instrumento permitirá fortalecer el Derecho Internacional vigente, incluido el Derecho Internacional Humanitario, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Penal Internacional.
Señor Presidente:
La delegación cubana no está de acuerdo, y por tanto no apoya, el enfoque de avanzar primero hacia un instrumento no vinculante, como transición hacia un eventual instrumento jurídicamente vinculante en algún momento futuro. No apoyamos ese enfoque por dos razones principales.
En primer lugar, la aprobación de un instrumento no vinculante tras tantos años de trabajo, daría la falsa impresión de avance, cuando todos sabemos que un instrumento de sa naturaleza nunca será la solución real del escenario que enfrentamos.
La demostración de ello es el denominado Documento de Montreux. Fue concluído en 2008, y desde esa fecha en lugar de disminuir han aumentado cada vez más las violaciones del Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos asociados a empresas militares y de seguridad privadas y su personal, sin rendición de cuenta alguna.
En segundo lugar, si este Grupo de Trabajo tomara la decisión de avanzar ahora, supuestamente como parte de un período de transición, únicamente hacia un instrumento no vinculante, en la práctica ello significaría que estaríamos estamos demorando mucho más y posponiendo indefinidamente el momento en que podremos contar con un instrumento vinculante.
Mas aún, en opinión de la delegación cubana esa decisión implicaría una reducción significativa de la posibilidad real de aprobar algún día el instrumento vinculante que con tanta urgencia se necesita.
Cuba considera imprescindible avanzar más allá de directrices y buenas prácticas voluntarias. Los marcos normativos no vinculantes existentes, como el Documento de Montreux, han demostrado ser totalmente insuficientes para evitar la impunidad en las acciones de las empresas militares y de seguridad privadas.
Adicionalmente, esos documentos de naturaleza voluntaria no reflejan adecuadamente las posiciones de un gran número de Estados ni no son universales.
Concluyo, señor Presidente, reiterando nuestro firme compromiso con las labores del Grupo de Trabajo. Continuaremos participando de manera activa y constructiva en sus labores. Puede Usted contar siempre con el apoyo de Cuba.
Muchas gracias
