Señor Presidente:
El proyecto de resolución L.22 no contribuirá a una solución pacífica, negociada y duradera al conflicto en Ucrania. Tampoco ayudará a fomentar el clima de cooperación, diálogo y entendimiento que debe primar para avanzar la causa de los derechos humanos.
No lograremos resultados tangibles por la vía de acrecentar las diferencias entre las partes o promover la confrontación a través de mecanismos selectivos y politizados que buscan singularizar a naciones.
Defendemos la objetividad e imparcialidad en las labores del Consejo, que debe operar sobre la base de información veraz y contrastada.
El proyecto L.22 es desbalanceado y parcializado. Es mendaz y refleja una manipulación políticamente motivada de los hechos.
No toma en cuenta las legítimas preocupaciones de todas las partes involucradas, ni ofrece soluciones para promover el ejercicio efectivo de los derechos humanos en Ucrania, sin exclusiones ni tratamientos selectivos ni discriminatorios.
Rechazamos la retórica agresiva y las medidas coercitivas unilaterales, que contribuyen a prolongar el conflicto en lugar de disminuir las tensiones. El diálogo y las negociaciones, no la guerra, son la única vía para la solución del conflicto.
No podemos apoyar este proyecto porque es inoportuno y sesgado.
Señor Presidente:
Cuba está firmemente comprometida con la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, que deben respetarse por todos los Estados, sin excepción y en todas las circunstancias.
Siempre defenderemos la independencia, soberanía e integridad territorial de los Estados, la libre determinación de los pueblos y la paz.
Nos oponemos al uso o la amenaza del uso de la fuerza y apoyamos la solución pacífica de los conflictos.
Cuba también está comprometida con el Derecho Internacional Humanitario. Lamentamos profundamente las pérdidas de vidas inocentes de las partes en conflicto.
El pueblo cubano ha tenido y tiene una relación entrañable con el pueblo ucraniano.
Podrán contar siempre con el apoyo de Cuba aquellas iniciativas que aboguen por una solución diplomática constructiva, balanceada y realista a la actual crisis en Ucrania, por medios pacíficos, y con la participación de todas las partes involucradas, que garantice la seguridad y soberanía para todos, así como el ejercicio efectivo de los derechos humanos, la paz y la seguridad regional e internacional.
Por las razones explicadas, Cuba solicita el voto al proyecto de resolución L.22.
Muchas gracias.
