Señor Presidente:
Cuba rechaza categóricamente este ejercicio hostil e injerencista contra la República Bolivariana de Venezuela, país hermano que sistemáticamente ha sido agredido.
El mecanismo que se le ha impuesto arbitrariamente, sin su consentimiento, responde a una agenda política que utiliza los derechos humanos como pretexto para intervenir en los asuntos internos de un Estado soberano.
Continuar avalando medidas que socavan la institucionalidad y la soberanía de Venezuela daña la defensa de los derechos humanos y compromete la integridad y credibilidad de este Consejo. Este órgano no puede ser un instrumento de coerción y chantaje contra los países del Sur.
Es nuestra obligación promover el diálogo respetuoso y la cooperación genuina con Venezuela, de conformidad con los principios de imparcialidad, no politización, y no injerencia.
La Oficina del Alto Comisionado debe continuar explorando mecanismos respetuosos y de cooperación con el gobierno venezolano, bajo términos acordados por ambas partes.
Si de verdad se quiere contribuir a la causa de los derechos humanos en Venezuela, deben cesar de inmediato las inhumanas e ilegales medidas coercitivas unilaterales impuestas al pueblo venezolano, que buscan doblegarlo por vías económicas y políticas de la forma más cruel.
Reiteramos nuestra solidaridad con el gobierno y pueblo venezolanos ante la escalada de acciones del gobierno de los Estados Unidos para justificar una agresión militar contra la República Bolivariana de Venezuela
Cuba urge a la comunidad internacional a impedir la agresión y preservar a la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Muchas gracias