Interviene el Tercer Secretario Roberto Soto Martínez, sobre el “seguimiento a la implementación de la declaración y el programa de acción de Viena”. 58° Consejo de Derechos Humanos.

Señor Presidente:

Cuba reitera su compromiso con la implementación de la Declaración y el Programa de Acción de Viena. Exhortamos a todos los Estados a adherirse a sus postulados.

Lamentablemente, a más de 30 años de la adopción de este importante documento, su urgente llamado a un tratamiento balanceado, justo, equitativo y en pie de igualdad de todos los derechos humanos, está aún lejos de alcanzarse.

Prevalece la confrontación, los dobles raseros y la manipulación de los derechos humanos con fines políticos e injerencistas contra determinados países del Sur.

Algunos países del Norte insisten en imponer sus valores y modelos como los únicos aceptables en el tratamiento de los derechos humanos.

Transgreden así lo acordado por este mismo Consejo sobre la existencia de diferentes modelos de democracia y la necesidad de respetar la soberanía, la integridad territorial, el derecho a la libre determinación, las particularidades nacionales y regionales, así como los diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos.

Señor Presidente:

La Declaración y el Programa de Acción de Viena solicitó a los Estados abstenerse de adoptar medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Fue enfática en que la alimentación no debe utilizarse como instrumento de presión política.

El criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, es una violación flagrante de lo acordado en Viena.

Califica también esa hostil política como un acto de genocidio contra el pueblo cubano, a tenor de los incisos b y c del Artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948.

El bloqueo se ha recrudecido a niveles sin precedentes con la inclusión de Cuba en la arbitraria y unilateral lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.

Es también criminal y vergonzoso, además de ilegal, que Israel utilice la hambruna como arma de guerra contra el pueblo palestino. El gobierno israelí continúa actuando con total impunidad porque cuenta con el apoyo de los Estados Unidos y el silencio cómplice de otros países.

Este Consejo tiene la responsabilidad de actuar ante estas inaceptables situaciones.

Debemos ser consecuentes con el espíritu y la letra de la Declaración y el Programa de Acción de Viena, y con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La objetividad, la no selectividad, el diálogo respetuoso y la cooperación constructiva, sin injerencias, deben ser las premisas que nos guíen en el tratamiento de todos los derechos humanos.

Muchas gracias.

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