Gracias Excelencia, por organizar esta importante reunión.
Hace unos días se cumplieron 6 años de la histórica reunión en la Habana, de Su Santidad, el Papa Franciso y Su Santidad Kiril, Patriarca de Moscú y de Todas las Rusias. Desde nuestra Patria, Francisco y Kiril enviaron un mensaje de fraternidad a América Latina y al Mundo, en el que destacaron que se encontraban y cito “en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste, desde una isla, símbolo de las esperanzas del Nuevo Mundo…” Fin de la cita.
Este encuentro, junto a las visitas pastorales de los 3 últimos Papas de la Iglesia Católica a nuestro país, son consecuencia y reflejo del compromiso absoluto de la Revolución Cubana, no solo con la libertad de cultos, sino con la promoción de la fraternidad, la cooperación, la solidaridad y la amistad entre personas y pueblos, rasgos de nuestra nacionalidad que distingue a creyentes y no creyentes por igual, y que nuestro Estado promueve y defiende.
No podría ser de otra manera, ya que en nuestro país existen alrededor de 600 instituciones y organizaciones religiosas de diversa denominación: cristiana, incluyendo iglesias católicas, evangélicas, protestantes y ortodoxas, también judías, islámicas, espiritistas, budistas, y las religiones de origen africano que constituyen parte indisoluble de la formación de nuestra nacionalidad, entre otras.
En virtud de la Constitución de la República, las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración. Toda persona tiene derecho a profesar o no creencias religiosas, así como a cambiarlas y a practicar la religión de su preferencia, con el debido respeto a las demás y de conformidad con la ley.
Excelencias,
Se requieren mayores esfuerzos a niveles nacional, regional y global para avanzar en la lucha contra la intolerancia religiosa. Deben cesar los discursos de odio, la propagación impune de noticias y matrices de opinión discriminatorias, con fines geopolíticos.
Debe cesar también el empleo de la supuesta promoción de las libertades de culto para campañas de desestabilización política y cambio de régimen, totalmente ajenas a motivaciones religiosas y a la promoción y defensa de los derechos humanos. Ningún país tiene el derecho de proclamarse en policía ni garante de la libertad religiosa en el mundo, ni emitir certificaciones ni listas unilaterales, que tanto dañan los genuinos esfuerzos internacionales y la cooperación en esta esfera.
Excelencias,
Mi país ha mantenido una consecuente posición en foros multilaterales, a favor del respeto a la diversidad y a la promoción del diálogo y la fraternidad interreligiosa. En la actual coyuntura de la humanidad, esos principios son más necesarios que nunca. Para continuar defendiéndolos siempre se podrá contar con Cuba.
Muchas gracias.