Interviene Juan Antonio Quintanilla Román, embajador, representante permanente de Cuba en Ginebra, en el punto “Programa reforzado de cooperación para el desarrollo destinado a los territorios árabes ocupados” (GB.349/POL/4).
Señor Presidente:
Tomamos nota del informe presentado. Enfatizamos los efectos devastadores que tiene la ocupación de Israel en la economía palestina, en la vida cotidiana de los trabajadores palestinos, que se traduce en resultados nefastos para el mercado de trabajo. Una situación que ya era insostenible se ha agravado con la agresión actual de Israel a Palestina. La situación en Gaza hoy rebasa toda preocupación sobre el mundo del trabajo, convirtiéndose en una preocupación humanitaria.
Señor Presidente,
La situación actual en los territorios de Gaza es consecuencia de décadas de prácticas israelíes de ocupación ilegal y colonización, en flagrante violación de los derechos inalienables del pueblo palestino en su propio territorio, así como del prolongado irrespeto de los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, incluidas numerosas resoluciones pertinentes de la ONU.
Cuba rechaza la muerte de civiles y personas inocentes de todas las partes involucradas en este conflicto, sin diferenciar etnia, nacionalidad o fe religiosa; y condenamos, en los términos más enérgicos, los asesinatos de civiles, especialmente de mujeres, niños y de trabajadores humanitarios del sistema de Naciones Unidas; así como los bombardeos indiscriminados contra la población en Gaza y la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil. La privación de los servicios de agua, electricidad y combustible a la población de Gaza, son acciones que constituyen graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario.
Señor Presidente,
Esta casa tiene un deber claro, expresado en el preámbulo de su Constitución. Mostrar su apoyo inquebrantable a los mandantes tripartitos que son víctimas de conflictos. Pronunciarse para proteger la seguridad y los medios de subsistencia de los empleadores, los trabajadores y sus familias, así como por las repercusiones negativas a largo plazo para el mercado de trabajo y la economía a causa del desplazamiento forzado de la fuerza de trabajo y la destrucción de los lugares de trabajo, la infraestructura civil crítica y las escuelas.
Señor Presidente,
La escalada de violencia entre Israel y Palestina hace retroceder todo logro que se haya podido alcanzar por la OIT en el territorio.
Mi delegación expresa profunda preocupación por la inacción de este Consejo con respecto al mandato de la OIT en los territorios bombardeados en Gaza.
Los bombardeos en Gaza convierten a los trabajadores y trabajadoras en víctimas inmediatas y directas de este conflicto.
Creemos que es el deber de la OIT y de su Consejo de Administración pronunciarse ante esta situación. Cada momento de impunidad de acción, de pasividad, de dobles raseros o de silencio costará más vidas de inocentes.
Muchas Gracias.