Intervención de Juan Antonio Quintanilla Román, embajador, representante permanente de Cuba en el debate general del Tema 4 (Situaciones de derechos humanos que requieren la atención del Consejo). 48º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos. Ginebra, Suiza, 24 de septiembre de 2021.
Señora Presidenta:
Rechazamos los comentarios sobre Cuba realizados previamente. Quienes nos atacan y sus cómplices deben tener claro que Cuba no entregará la Revolución que varias generaciones de patriotas nos legaron. Como expresó el General de Ejército Raúl Castro y reiteró el presidente Miguel Díaz-Canel: Cuba no le teme a la mentira ni se arrodilla ante presiones, condicionamientos o imposiciones, vengan de donde vengan.
Señora Presidenta,
Cuba continuará denunciando el uso de los derechos humanos como arma de injerencia, y el empleo de este Consejo como escenario de confrontación política.
Debe finalizar la nociva práctica de algunos países, de socavar el diálogo y la cooperación, y de promover los dobles raseros, la manipulación, el enfoque punitivo y la selectividad en el tratamiento de los derechos humanos.
Rechazamos los intentos de convertir el Consejo en un tribunal, en el que se promueven acciones punitivas, injerencistas y se intenta legitimar políticas de cambio de régimen.
Señora Presidenta:
No se denuncian en este Consejo las graves, flagrantes y evidentes violaciones de derechos humanos de los poderosos. No se condena a quienes imponen medidas coercitivas unilaterales, ni las amenazas y agresiones contra Estados soberanos.
Algunos hablan de libertades cívicas mientras enfrentan manifestaciones con sofisticados medios de represión y violencia policial. Hablan de libertad de opinión, pero permiten a las trasnacionales lucrar con los datos personales de sus usuarios, y promover abiertamente el terrorismo, la violencia, el discurso de odio y las noticias falsas con fines políticos en redes sociales.
Se inmiscuyen en los procesos políticos de países soberanos, mientras callan ante los ataques de drones contra civiles.
Discriminan y segregan minorías étnicas, permiten la explotación forzada de refugiados y solicitantes de asilo, cazan con látigos y caballos a migrantes indefensos, encarcelan selectivamente a personas a partir de perfiles raciales, enjaulan a niños inocentes, asesinan o encarcelan activistas y líderes sociales, pero hablan sin pudor de derechos civiles y políticos, y vienen al Consejo a hablar de sus democracias, con la esperanza de que alguien los tome en serio.
Señora Presidenta:
Frente a esa situación, es imperativo rescatar los objetivos centrales de cooperación y diálogo por los que debe regirse este órgano.
Muchas gracias.