Señor Presidente:
Cuba se opuso a la resolución que da origen a este diálogo.
Ratificamos nuestro apoyo incondicional al gobierno sandinista y al pueblo de Nicaragua en sus propósitos de justicia, bienestar y emancipación social.
Rechazamos la politización y utilización ilegítima de órganos y mecanismos de Naciones Unidas para manipular la situación interna en Nicaragua, dañar su imagen internacional y desplegar continuas acciones hostiles en contra de este país, incluidas aquellas que se realizan supuestamente en nombre de los derechos humanos.
Las Naciones Unidas deberían exigir enérgicamente al gobierno de los Estados Unidos y algunos de sus aliados, la eliminación inmediata de las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Nicaragua, que tienen una incidencia negativa directa en la población y afecta el progreso económico y social de este país en desarrollo.
Señor Presidente:
Trasladamos un sincero reconocimiento al gobierno sandinista por sus significativos avances en la preservación de la paz, el estado de derecho, la democracia, la soberanía, la unidad nacional y los logros socioeconómicos alcanzados.
Reiteramos nuestro agradecimiento a Nicaragua por su invariable solidaridad con el pueblo cubano y sus esfuerzos en función de la necesaria unidad de latinoamericana y caribeña, lo que demuestra la importancia decisiva de la integración regional, la complementariedad y la cooperación Sur-Sur, como vías imprescindibles para la promoción y defensa de los derechos humanos.
Muchas gracias.