Señor Presidente,
Saludamos al Presidente del Comité de Libertad Sindicial, el profesor Evance Kalula y le agradecemos su permanente voluntad de diálogo. Tomamos nota del informe del Comité.
Dado el nivel de respuestas al Comité que mantenemos, ha quedado clara la voluntad del gobierno cubano de continuar interactuando respetuosamente con los órganos de control de la Organización, incluyendo el Comité de Libertad Sindical.
Cada alegación que recibimos, por mínima o sencilla que sea, es investigada de manera seria y detallada por las autoridades cubanas. Sin embargo, debemos destacar que responder a 26 alegaciones en 3 años es una tarea extremadamente compleja para cualquier país. Es evidente que los querellantes de este caso implementan una estrategia dirigida a mantener ocupado al Comité con diversas alegaciones cada año. Este es un proceder que rechazamos.
Señor Presidente,
Como hemos expresado en ocasiones anteriores, el gobierno de Cuba rechaza las alegaciones que dan vida a este caso y sobre las que se basa el informe del Comité.
Las respuestas brindadas por Cuba demuestran la falsedad de los alegatos de los querellantes y las verdades intenciones que estos persiguen, que son totalmente ajenas al mundo del trabajo.
Son bien conocidas las motivaciones políticas de los querellantes, y que sus accions se basan en interess políticos, promovidos por potencias extranjeras.
Denunciamos, una vez más, que las alegaciones con las que los querellantes inundan al Comité, hacen el juego a las campañas políticas, de manipulación e injerencia que han sido diseñadas desde el exterior de Cuba para intentar desacreditar la realidad cubana en materia de derechos laborales y libertades sindicales.
El Comité debe comprender que los querellantes pretenden legitimar sus acciones mercenarias y de intento de cambio de régimen a través de la manipulación de mecanismos internacionales. Los mecanismos de control de la OIT no deberían verse impactados por ejercicios que comprometen los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad, tan importantes en su funcionamiento.
Señor Presidente,
Reiteramos nuestro absoluto rechazo a ejercicios de naturaleza política que dañan a la Organización y los principios sobre los que esta se erige.
Lamentamos que, una vez más, el Comité recomiende reconocer una supuesta organización que no cumple con el artículo 10 del Convenio 87, por no agrupar a trabajadores ni defender o representar sus intereses. Hemos enfatizado que la supuesta organización no cuenta con el respaldo de colectivo laboral alguno. Su exigua membresía no tiene una relación gremial. Los querellantes, en su mayoría, cuentan con pésima conducta social y antecedentes penales. Son pagados y aseosorados por potencias extranjeras para mantener un flujo de falsas denuncias ante la OIT, exponiendo acciones simuladas y enviando alegatos que no demuestran violaciones ni en la legislacional nacional ni en el ámbito internacional.
Señor presidente,
Rechazamos las recomendaciones del Comité que buscan legitimar a los querellantes, los cuales, reitero, son agentes pagados por potencias extranjeras y cuyos objetivos son políticos, ajenos al mundo laboral.
Mi país cumple con los convenios de los que es Estado Parte, incluyendo los convenios 87 y 98. Al mismo tiempo, es preciso enfatizar que el artículo 8 del Convenio 87, sostiene que al ejercer los derechos que se reconocen en el convenio, todos están obligados a respetar la legalidad.
Señor Presidente,
En correspondencia con su permanente vountad de diálogo respetuoso y cooperación, Cuba dará respuesta oportuna a las recomendaciones incluidas en el informe del Comité.
A 7 años de haberse abierto este caso, pedimos al Comité, una vez más que, a partir de las amplias informaciones que ha proporcionado oportunamente mi gobierno, desestime y cierre el caso 3271. Está demostrado que este es un caso de naturaleza política, que no tiene repercusión en el ejercicio de los derechos laborales ni las libertades sindicales en mi país; y por tanto, escapa de la competencia del Comité.
Muchas gracias.