Señor Presidente:
Al adoptar de manera exitosa los informes de los primeros Estados en este cuarto ciclo, no cabe dudas que el Examen Periódico Universal reafirma su valía como el mecanismo idóneo del Consejo para abordar los derechos humanos en todos los países sobre bases de igualdad y desde una perspectiva constructiva y respetuosa.
El EPU nos demuestra, una vez más, que el diálogo y la cooperación entre los Estados, aporta más que la imposición de mecanismos punitivos contra países; resulta más legítimo que la exacerbación de enfoques politizados y punitivos.
No sorprendería, entonces, que muchos de los Estados que ejercitan los dobles raseros y la selectividad en este foro, intenten renegociar los principios básicos y de funcionamiento del Examen, para restarle protagonismo y permearlo de prácticas inaceptables.
Señor presidente:
Es deber de los Estados miembros del Consejo y de la comunidad internacional, en general, preservar íntegramente al EPU, como una de las pocas herramientas que ostentan legitimidad universal y que ha demostrado ser coherente y válida en este Consejo, dieciséis años después de la adopción de la resolución 60/251.
Deben garantizarse los recursos financieros necesarios, en línea con las decisiones correspondientes de la Asamblea General y el Consejo, para que el Grupo de Trabajo del EPU pueda funcionar efectivamente.
Señor presidente:
En noviembre de 2023, le corresponderá a mi país presentarse por cuarta ocasión ante el Examen Periódico Universal. Lo haremos con la moral de quién en los últimos cinco años ha trabajado incansablemente por consolidar las conquistas alcanzadas y garantizar más derechos para cada vez más personas.
Exhortamos a todos los Estados a participar constructivamente en este nuevo ciclo, y a reafirmar el papel del EPU como el espacio idóneo para la promoción del intercambio respetuoso, el diálogo constructivo y la cooperación.
Muchas gracias.