Señor Presidente:
Agradecemos la presentación del Grupo de Trabajo, de la cual tomamos nota. Coincidimos con sus conclusiones acerca de que la pobreza y la desigualdad socioeconómica son fallos sistémicos, que impiden la plena protección de los derechos humanos, incluidos los de mujeres y niñas.
La crisis multidimensional y el injusto orden económico actual son lamentables resultados de la imposición de irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo del Capitalismo. Esta situación se ve agravada por una impagable deuda externa, una injusta arquitectura financiera que perpetúa las desigualdades, el incumplimiento de los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo y la imposición de medidas coercitivas unilaterales.
La pobreza no es el resultado de la ineficiencia de los gobiernos, es una consecuencia sistémica de la colonización, la neocolonización, el saqueo de los recursos naturales y el neoliberalismo.
A esta compleja situación se suman las dificultades para la implementación del derecho al desarrollo, lo que contribuiría a generar una situación económica y social más favorable al interior de las sociedades en las que se insertan las mujeres y niñas.
Señor Presidente:
A pesar de las dificultades económicas que enfrenta Cuba debido al bloqueo recrudecido de los EE.UU. las políticas públicas que reconocen, fomentan, y protegen la dignidad y las potencialidades de todas las mujeres y niñas son una realidad en el país desde hace más de seis décadas, gracias a la voluntad política del gobierno revolucionario y el papel protagónico de la Federación de Mujeres Cubanas.
Muchas gracias.