Clúster 1 General
Señor Presidente,
El TNP descansa en 3 pilares fundamentales: el desarme, la no proliferación y la cooperación para el uso pacífico de la energía nuclear. Todos los Estados Parte deben cumplir estrictamente con todas sus obligaciones en virtud del Tratado, cuya aplicación selectiva rechazamos.
Resulta vergonzosa la persistente falta de progresos para el logro de un mundo libre de armas nucleares. Recordamos que la primera resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) abordó esta cuestión y que el Documento Final de la Primera sesión especial de la AGNU reafirmó que el desarme nuclear, es la más alta prioridad en la esfera del desarme.
Cuba se encuentra firmemente comprometida con este objetivo. Como uno de los países líderes en la negociación y adopción del Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) y el quinto Estado en ratificarlo, le concede la mayor importancia a dicho instrumento internacional. Nos enorgullece ser parte de la región que cuenta con el mayor número de sus actuales Estados Parte.
Señor Presidente,
El Plan de Acción del 2010 y las 13 medidas prácticas de 2000 no sólo son insuficientes y limitadas, sino que no se han cumplido. A la fecha, no se registran progresos sustantivos en la aplicación de estas disposiciones, si bien todos los Estados Partes se comprometieron con las mismas.
Por el contrario, asistimos hoy a la continua modernización de los arsenales nucleares existentes y el desarrollo de nuevos tipos de armas nucleares; la automatización y creciente vínculo con sistemas de armas convencionales (entanglement); y la revisión por determinados Estados de sus posturas nucleares, posibilitando considerar la utilización de armas nucleares, incluso en respuesta a llamadas “amenazas estratégicas no nucleares”.
Estos constituyen ejemplos categóricos de la continua falta de cumplimiento de las obligaciones legales adquiridas en virtud del TNP y de los compromisos acordados en las Conferencias de Examen de 1995, 2000 y 2010. Mientras continúen estas acciones, no es posible afirmar que existe un compromiso compartido para el logro de “un mundo libre de armas nucleares”.
Señor Presidente,
Es necesario que en la próxima Conferencia de Examen no nos limitemos a reafirmar los compromisos anteriores, sino que además acordemos acciones concretas, medibles y con plazos de tiempo establecidos.
El objetivo principal de la RevCon de 2026 tiene que ser la adopción de un Plan de Acción fortalecido y renovado sobre desarme nuclear. Los compromisos prácticos que se acuerden en el documento final resultante de la Conferencia de Examen deberán reflejar de manera clara la responsabilidad y el papel que corresponde a las potencias nucleares en el proceso hacia el desarme nuclear, a fin de responder al reclamo prolongado de los Estados no poseedores. No se justifica que la mayoría de los Estados partes en el TNP continúen sometidos a estrictos regímenes de verificación y salvaguardias, mientras los poseedores dilatan la implementación del Artículo VI.
Será importante que los principios de verificación, transparencia, irreversibilidad y rendición de cuentas se integren como componentes esenciales del Plan de Acción renovado.
Señor Presidente,
Algunas delegaciones argumentarán que el contexto internacional no es favorable para el desarme nuclear. A ello respondemos con nuestro inequívoco rechazo. El establecimiento de condiciones a la obligación contenida en el artículo VI es enteramente inaceptable. Esta narrativa, que busca perpetuar el status quo, debe abandonarse definitivamente.
Estamos convencidos que la pronta eliminación total de las armas nucleares, de manera transparente, verificable e irreversible; es la única solución sostenible para librar al mundo de esta amenaza existencial a la continua supervivencia de la especie humana. Todas las demás lecturas solo buscan distraer y dilatar.
Muchas Gracias