Señor Presidente,
Agradecemos el informe del Director General y las labores de la Organización en el terreno, tras la adopción de la resolución EBSS7.R1, el pasado 10 de diciembre.
El informe ilustra, en detalle, la situación que observamos día tras día a través de las alarmantes imágenes que nos llegan desde los territorios palestinos ocupados.
Señor Presidente,
No es una sorpresa que la Organización Mundial de la Salud se haga eco de lo que el resto del Sistema de Naciones Unidas implicado también en el terreno ha afirmado, y es que la Franja de Gaza está experimentando una crisis humanitaria sin precedentes, que, en términos de salud, ha provocado importantes niveles de mortalidad, morbilidad, desplazamientos y una degradación masiva del sistema sanitario y perturbación de la salud pública y otras infraestructuras vitales.
El monto de las víctimas es perturbador, con más de 23 mil víctimas y 63 mil heridos. Es más inquietante aún que las mujeres y niños y niñas constituyan el 70% de las víctimas. Ello evidencia la franca violación de los principios de distinción, proporcionalidad y humanidad en este conflicto por parte de la Potencia Ocupante.
Los bombardeos indiscriminados, la destrucción generalizada, el aumento de las necesidades sanitarias y las restricciones a la entrada de combustible, mercancías, suministros médicos y personal sanitario, han devastado el sistema de salud en la Franja de Gaza, efectivamente lacerando el derecho inalienable del pueblo palestino a la salud.
Cuba condena, en los términos más enérgicos, los bombardeos de Israel contra la población civil y contra hospitales e infraestructuras de salud, que constituyen crímenes de guerra y lesa humanidad, y han costado ya la vida a miles de personas, incluyendo profesionales de la salud y a más de un centenar de personal humanitario.
Debe cesar la agresión contra Gaza, permitirse el traspaso de la asistencia humanitaria y establecerse un cese al fuego permanente que lleve a la libre determinación del pueblo palestino.
Muchas gracias.