Señor Presidente:
Damos la bienvenida al Mecanismo de Expertos y tomamos nota del informe. El mismo aborda una temática compleja y de múltiples aristas, pero sin duda de gran relevancia. Como plantea el informe, los Estados enfrentan disímiles desafíos en ese ámbito, asociados a distintas realidades históricas, sociológicas, culturales y políticas.
Si bien coincidimos en que la recopilación de datos es un paso importante para enfrentar el racismo estructural y sistémico, consideramos que lo principal es la voluntad política de los gobiernos.
Señor Presidente:
Cuba cuenta con un Programa Nacional contra el racismo y la discriminación racial, aprobado en 2019 y cuya implementación es supervisada directamente por el Presidente de la República.
Entre otros logros, este programa ha permitido actualizar los planes de investigación de las entidades académicas y educativas a todos los niveles.
En su concepción, implementación y control, la sociedad civil cubana juega un papel fundamental. Se mantiene el protagonismo de las organizaciones y ciudadanos que tienen una labor destacada y reconocida en el activismo antirracista, incluso a nivel comunitario.
Concluyo reiterando que en Cuba, la apología del odio, la xenofobia, la intolerancia y las ideas supremacistas sobre bases de origen nacional, religioso o étnico, son ajenas a la vida política y social del país y están prohibidas por ley.
Muchas gracias.