Señor presidente:
Los patrones irracionales e insostenibles de consumo y producción del Capitalismo han colocado a la humanidad frente a un desafío ambiental que amenaza su propia existencia: el cambio climático.
Como pequeño Estado insular en desarrollo, Cuba país ha sido altamente vulnerable a los efectos de fenómenos naturales como las sequías y los ciclones tropicales. Precisamente en el día de hoy, un huracán está impactando el territorio cubano. Estas situaciones plantean retos en la promoción y protección de los derechos humanos, incluido el derecho al trabajo.
Señor presidente:
Las conquistas en el plano laboral han sido, sin lugar a dudas, uno de los principales logros de la política social de la Revolución cubana. En nuestro país, aun en el contexto de desastres naturales, ningún trabajador queda desamparado, ni sus garantías laborales violentadas.
La ley 116, Código del Trabajo, garantiza que, durante la suspensión de la actividad laboral ante situaciones de desastres, todos los trabajadores cubanos tengan derecho a percibir salario, y no pierdan su vínculo laboral.
Como parte de su Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, Cuba garantiza el derecho al empleo de poblaciones que han sido reasentadas de asentamientos costeros vulnerables. También busca soluciones para la adaptación de las actividades agropecuarias impactadas por este fenómeno, las que constituyen el principal medio de sustento del campesinado cubano.
Señor Presidente:
Reiteramos que el enfrentamiento al cambio climático demanda de un compromiso renovado de todos los Estados, pero especialmente de los países desarrollados, quienes son los principales responsables de proveer recursos financieros y adicionales, que permitan a los países en desarrollo implementar sus acciones de mitigación y adaptación ante este acuciante fenómeno.
Muchas gracias.
