Señor Presidente:
Tras casi 50 años de haber ratificado la Convención, Cuba mantiene invariable su compromiso con la prohibición total y destrucción completa de todas las armas de destrucción en masa, incluyendo las armas biológicas. Asimismo, abogamos por la aplicación plena y efectiva de este instrumento y su estricto cumplimiento.
Como parte de los esfuerzos en materia de desarme los Estados Partes de la Convención debemos ser inequívocos en renovar nuestro compromiso de no desarrollar, producir, almacenar armas biológicas, nunca y en ninguna circunstancia.
Todas las alegaciones o indicios sobre posibles actividades biológicas con fines militares deben ser debidamente investigadas y atendidas sin dilaciones, a fin de evitar daños irreparables. Los esfuerzos en este sentido se sumarán de manera positiva al fortalecimiento de la Convención.
Los efectos resultantes del empleo, con fines militares, de agentes biológicos y toxinas suponen una amenaza para la comunidad internacional en su conjunto.
Las labores de este Grupo de Trabajo deben tributar, de manera directa, a lograr la institucionalización de la Convención, colocando como prioritaria la aspiración de acordar un instrumento jurídicamente vinculante que fomente la implementación integral, balanceada y no discriminatoria de todos los artículos de la Convención.
Señor Presidente:
El mecanismo para la realización de consultas formales, en virtud del Artículo V, ha demostrado una limitada eficacia en el cumplimiento de su mandato. Se ha demostrado la necesidad de acciones complementarias de verificación e investigación.
Ello quedó demostrado en 1997, cuando Cuba convocara por primera vez dicho mecanismo para denunciar el uso deliberado de la plaga Thrips Palmi Karny con el objetivo de dañar nuestros cultivos, tras lo cual se solicitó de manera formal la investigación del hecho. Los obstáculos impuestos en aquella ocasión por parte del gobierno imputado, impidieron el establecimiento de una comisión que investigara nuestra alegación de forma transparente, bloqueando la posibilidad de alcanzar conclusiones definitivas sobre las preocupaciones expresadas por Cuba.
Señor Presidente:
Vemos mérito en las iniciativas presentadas por algunos Estados Partes en aras de trabajar hacia la institucionalización de la Convención, las cuales pueden servir como un punto de partida para futuros debates.
Señor Presidente:
Hace más de 20 años que los esfuerzos de verificación de esta Convención se vieron frustrados por la objeción de un solo Estado. Este Grupo de Trabajo representa una nueva oportunidad para retomar las discusiones sobre esta cuestión, de suma prioridad para la Convención, instrumento proscriptor de una categoría de armas de destrucción en masa que aún carece de mecanismos efectivos para verificación.
El uso dual, el desarrollo vertiginoso de las ciencias de la vida y la biotecnología y sus aplicaciones civiles, y el derecho inalienable de todos los Estados al uso pacífico en el contexto de esta Convención, suponen retos significativos para el desarrollo de un régimen de verificación; no obstante, no son desafíos insuperables si prima la voluntad política colectiva para alcanzar una mayor seguridad en el cumplimiento de las disposiciones de la Convención por todos.
Debemos trabajar para re-construir entendidos comunes sobre un régimen de verificación, sus componentes y tamaño, a la luz de los desarrollos científicos-tecnológicos contemporáneos y los retos y oportunidades que estos plantean.
Valoramos que hay mucho mérito en el trabajo de Verex y el Grupo Ad Hoc que produjeron en su momento conclusiones significativas, incluyendo el proyecto de Protocolo de 2001 que debe ser necesariamente uno de los insumos para nuestro futuro trabajo. Todos estos productos deben revisitarse para examinar su vigencia. En el caso del Protocolo, una serie de componentes claves del mismo, como las disposiciones y anexos sobre terminología, las listas de agentes biológicos y toxinas, las cantidades umbral de materiales y los criterios para su inclusión en las listas, así como las investigaciones de posibles violaciones de la Convención, deberán ser revisitados, de forma sustantiva.
Señor presidente,
No hay escasez de herramientas. Los mecanismos de otros instrumentos y organizaciones como la OPAQ y el OIEA pueden estudiarse y podemos examinar la factibilidad de su aplicación en el contexto de esta Convención. Asimismo, inspiración puede tomarse de los resultados de los Grupos de Expertos Gubernamentales sobre Verificación en todos sus aspectos. Todo lo anterior, acompañado de un asesoramiento científico de la comunidad de las ciencias de la vida, derivará en la identificación de medidas y herramientas de un futuro régimen de verificación. Nuestra delegación estará lista para contribuir en estos esfuerzos.
Señor presidente,
Debatir de manera constructiva, buscando soluciones de consenso y atendiendo los legítimos intereses y preocupaciones de todos los Estados Partes, será un elemento clave para el logro de los resultados que pretendemos alcanzar.
Puede usted contar con el compromiso de Cuba de contribuir a promover una discusión constructiva en este sentido.
Muchas gracias