Señor Presidente,
Después del fin de la emergencia de salud pública a nivel internacional por la COVID-19, en el mundo existe una coyuntura de inflación y crisis en los abastecimientos de alimentos y combustible. Según informes publicados por la OIT, el déficit mundial de empleo ascendió a 473 millones de personas en 2022; los salarios mensuales disminuyeron en términos reales un –0,9 por ciento, 700 685 millones de personas vivían en la pobreza extrema y millones de ellas todavía no tienen acceso a ninguna protección social.
Por ello, son pertinentes los puntos que se debaten en esta conferencia. Las políticas y acciones que adoptemos deberán centrarse en el bienestar de las personas, en generar empleos decentes, hacer frente a los retos que plantea el cambio climático, promover y proteger la formación profesional y garantizar protección social para todos.
Si pretendemos mejorar las actuales condiciones, no debe aplazarse la acción internacional de enfrentamiento al cambio climático, como tampoco debe convertirse en una carga adicional imposible de asumir por nuestros países en desarrollo, sin la debida cooperación, apoyo y provisión de financiación por parte de los países desarrollados.
Los cubanos hemos aprendido a no darnos por vencidos. A pesar de la compleja situación económica del país, agudizada por el recrudecimiento del ilegal y genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba hace más de seis décadas, el país avanza en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a través de macroprogramas y proyectos, entre ellos el macroprograma Desarrollo Humano, Equidad y Justicia Social, que incluye, entre otros, un Programa de Trabajo Digno, con políticas inclusivas para garantizar el acceso a empleos de calidad, reduciendo la informalidad; promueve los empleos verdes y la economía social y solidaria; se han reconocido nuevos actores económicos que han impactado favorablemente en la generación de empleos, unido a un Programa para el Fortalecimiento de la Seguridad y Salud en el Trabajo que considera a todos los actores económicos.
Se incluyen también políticas sociales encaminadas a prevenir, atender y transformar situaciones de vulnerabilidad de personas, familias y comunidades que limitan el aprovechamiento de oportunidades; así como para garantizar la sostenibilidad financiera de nuestro sistema de pensiones de cobertura universal que ofrece prestaciones monetarias, en servicio y en especie.
El sistema de salud de cobertura universal y gratuita ha protegido de forma masiva a la población con candidatos vacunales propios que son un logro de la ciencia cubana y el de Educación, de similares características permite la formación a lo largo de la vida.
Aunque en el Caribe ya son evidentes los efectos del cambio climático con la devastación de los medios de vida locales en los sectores del turismo y la agricultura, por solo citar algunos ejemplos, Cuba implementa el programa Tarea Vida que es elPlan de Estado para su enfrentamiento que contiene acciones estratégicas en armonía con el programa de Trabajo Digno.
La economía mundial es incierta, inestable y se encuentra en crisis. Lejos de incentivar la construcción de un mundo más solidario y cooperativo, se multiplican las desigualdades, la pobreza, el hambre y la exclusión.
Los esfuerzos nacionales en el cumplimiento de la Agenda 2030 deben ser respaldados con acciones concretas en materia de acceso a mercados, financiamiento en condiciones justas y preferenciales, creación de capacidades, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur.
Si pretendemos construir un mundo mejor, es indispensable luchar por un orden internacional justo, democrático y equitativo, centrado en el ser humano y en los pueblos del mundo.
Muchas gracias.