Señor Presidente:
No existen dudas: la brecha de desarrollo entre el Norte y el Sur no solo persiste, sino que se profundiza de manera sistemática. El actual orden internacional es insostenible.
Las cifras presentadas por el Experto Independiente lo confirman. Los diez principales países exportadores de servicios concentran el 58% de las ventas mundiales, y salvo China, ninguno pertenece al Grupo de los 77. Nueve de las diez mayores empresas de servicios financieros son estadounidenses, lo que refleja una hegemonía absoluta sobre las finanzas globales.
El 10% más rico de la población mundial recibe más de la mitad de los ingresos, mientras que la mitad más pobre apenas alcanza el 8 %. En 2021, más de dos mil multimillonarios acumulaban más riqueza que la mayoría de la humanidad.
En 2024, 61 países en desarrollo destinaron más del 10% de sus ingresos públicos al pago de intereses de deuda. En África, la relación deuda/PIB pasó del 20% en 1980 a más del 70% hoy. El servicio de la deuda supera el gasto en salud y educación.
La brecha digital también se amplía. En 2023, el 95% de la población en países de altos ingresos tenía acceso a Internet, mientras que en los de bajos ingresos no superaba el 27%.
No se trata solo de una distribución desigual de recursos. Existe una asimetría estructural en el acceso a oportunidades y en la toma de decisiones internacionales, que limita los esfuerzos nacionales para garantizar los derechos humanos, especialmente el derecho al desarrollo. Esta realidad se agrava con el debilitamiento del multilateralismo, el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la imposición de barreras arancelarias abusivas, que no se justifican a partir de déficits comerciales.
Ante la urgencia de transformar esta realidad, Cuba presenta en este período de sesiones un proyecto de resolución sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo.
Exhortamos a todos los Estados, organizaciones de la sociedad civil y actores relevantes a sumarse activamente a este proceso. Transformar el sistema internacional no es una opción: es una necesidad para garantizar la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
Muchas gracias