INTERVIENE LA MINISTRA DE COMUNICACIONES MAYRA AREVICH MARÍN, EN LA MESA REDONDA MINISTERIAL.
Estimados ministros, viceministros.
Agradezco estar compartiendo con ustedes en este espacio y trasladar nuestras experiencias, y también dificultades que limitan lograr una sociedad de la información conectada.
El 12 de diciembre del 2003, tras tres días de sesiones en la ciudad suiza de Ginebra, finalizó la primera fase de la Cumbre con la adopción de sus documentos finales por parte de los Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de alto nivel de 175 países.
Tras arduas discusiones los representantes de los países en desarrollo lograron que se reconociera a la llamada “brecha digital” como una nueva dimensión de las divisiones económicas y sociales existentes.
La Cumbre permitió que este tema saliera del debate técnico a nivel de expertos y se convirtiera en un asunto político de interés de la comunidad internacional.
Hoy queda demostrado, sin lugar a dudas, que las Tecnologías de la Información y la Comunicación en general e Internet en particular constituyen herramientas esenciales para el desarrollo de los países, al tiempo que se confirma que este impacto beneficioso es significativamente menor en los países en desarrollo.
Esta situación se acentúa con la llegada de las tecnologías emergentes, las cuales, en general, son inaccesibles para los países del sur donde persiste la exclusión digital, que trasciende al género, la demografía y la geografía.
La “brecha digital”, en lugar de disminuir, aumenta.
Para enfrentar este reto es necesario comenzar reconociendo que las TIC, como cualquier otra tecnología, no constituyen un fin en sí mismo, sino que son un medio para la satisfacción de las necesidades de las personas y de los pueblos.
Existen cuestiones que repercuten significativamente en esta brecha digital: el monopolio tecnológico existente, la ausencia de un dialogo coherente y de mecanismos institucionalizados para compartir conocimientos, experiencias y tecnologías y la promulgación de medidas unilaterales no conformes al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, que impiden la plena consecución del desarrollo económico y social de la población de los países afectados y menoscaba el bienestar de sus ciudadanos.
En el caso específico de Cuba quisiera referirme al papel de las TIC en el enfrentamiento a la pandemia, cuestión que trajo consigo algunos aprendizajes.
- Se corroboró la pertinencia de considerar la ciencia e innovación, la transformación digital y comunicación social como pilares en la gestión del gobierno.
- Se desarrollaron e implementaron soluciones innovadoras a partir de desarrollos científicos propios que permitieron enfrentar y gestionar con rigor y profesionalidad la pandemia.
- Se realizó un ejercicio de comunicación social, que con un uso intensivo de las TIC, que ofreció confianza y orientación a la población, a la vez que contribuyó a aumentar el reconocimiento al aporte del personal de la salud y de los científicos.
Más recientemente desarrollamos el proceso de transformación digital, que como parte de su Agenda concibe proyectos innovadores, en beneficio de nuestra economía, el pueblo y la gestión del gobierno.
Por otra parte, se continúan los esfuerzos para ampliar el acceso a Internet, cuya penetración de mas del 80% ratifica la voluntad del Estado en su uso intensivo e inclusivo en toda la sociedad.
Se concluye la presentación de una propuesta para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial, como desde una perspectiva que jerarquiza las cuestiones éticas inherentes a estas tecnologías.
La transformación digital que llevamos a cabo representa una gran oportunidad para el desarrollo de Cuba. Crear una sociedad digitalizada es un tema prioritario para el gobierno cubano
Sra. Presidenta, estimados colegas:
La Declaración de Principios, de la primera fase de la CMSI, que tiene como título: “Construir la Sociedad de la Información: un desafío global para el nuevo milenio”, estableció una visión común de la Sociedad de la Información, la cual, entre otros atributos, debería ser “centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo”.
Este documento extraordinario, que fue meticulosamente redactado y negociado durante más de un año, conserva hoy plena vigencia.
Nos corresponde ahora finalmente hacer realidad la visión común de la Sociedad de la Información que fue avizorada hace 20 años
Muchas gracias