Interviene la Tercera Secretaria, Aixa Paumier López en la Conferencia de Desarme (CD)

Debate Temático sobre Reducción de Riesgo Nuclear

Señora Presidenta,

Al ser esta la primera ocasión en la que mi delegación interviene, después de su asunción como presidenta de la Conferencia de Desarme, permítame iniciar felicitándola a usted y a su equipo; y asegurándole que podrá contar con el apoyo de nuestra delegación en este período.

Señora Presidenta,

En relación con el debate al que nos conmina hoy y la “reducción del riesgo nuclear”, de manera general; nuestra delegación iniciará reafirmando la importancia que concede a la plena implementación del Plan de Acción adoptado en la Conferencia de Examen del TNP de 2010; incluyendo, la acción 5 medida f), que aborda esta temática.

En capacidad nacional y como miembro del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), hemos abogado de forma constante por la reducción del riesgo del uso accidental o no intencional de armas nucleares, incluido a través de la suspensión del estado de alerta de estas armas (de-alerting) y su des-apuntamiento (de-targetting). Ello también se ha hecho manifiesto en nuestro sostenido co-patrocinio de la resolución A/RES/76/27 sobre “Reducción del peligro nuclear”, en la Primera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Consideramos, no obstante, que las reducciones en despliegue y estado operacional no pueden constituir una alternativa a la reducción irreversible y la eliminación total, de las armas nucleares.

Las reducciones en el total de ojivas a las que hemos asistido en las últimas décadas se ven cada vez más socavadas por la modernización de las armas nucleares, sus sistemas vectores y la infraestructura conexa, incluyendo las estructuras de comando, control, comunicaciones y cómputo (C4). En este sentido, reiteramos que, los principios de transparencia, irreversibilidad y verificabilidad deben ser aplicados a los procesos de reducción.

Nuestra delegación reitera su preocupación ante la tendencia al incremento en el número de armas nucleares, identificada por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en 2022. Ello pone fin a décadas de constante disminución.

En este sentido, reiteramos nuestro llamado a los Estados poseedores a que: reviertan sus planes de modernización e incremento y, al mismo tiempo, retomen la reducción de sus arsenales nucleares, dando así cumplimiento con sus obligaciones en materia de desarme nuclear. La modernización y el desarrollo de nuevos tipos de armas son acciones inconsistentes con la obligación que todos los Estados tenemos de adoptar medidas efectivas para el fin último de lograr un mundo libre de armas nucleares y, en la práctica, legitiman la posesión continua y la proliferación vertical de este armamento, lo cual rechazamos, de la forma más enérgica.

Señora Presidenta,

En cualquier debate sobre reducción del riesgo nuclear, debe examinarse el papel y la importancia de las armas nucleares en los conceptos, doctrinas y políticas militares. Para nuestra delegación, este rol debe erradicarse, en tanto, el uso de este tipo de armas es completamente incompatible con el Derecho Internacional, y particularmente el Derecho Internacional Humanitario. Con lo cual, rechazamos las políticas de seguridad y las doctrinas militares sustentadas en la disuasión nuclear, y reiteramos nuestra preocupación por la creciente consideración del uso de estas armas, incluso en respuesta a las llamadas “amenazas estratégicas no nucleares”.

Señora Presidenta,

No podemos permitir que las discusiones sobre medidas para la reducción del riesgo nuclear se conviertan en otra forma de dilatar el desarme nuclear y la eliminación total de este armamento, de forma verificable, transparente e irreversible.

A pesar de la grave amenaza existencial que representan las armas nucleares, se argumenta que el entorno actual no es propicio para el desarme, y que no es realista pretender la eliminación de las armas nucleares en este momento. Cuba no comparte este enfoque.

Compartimos la visión articulada por el Secretario General de las Naciones Unidas en su “Agenda para el Desarme”, donde expresa que los esfuerzos para el desarme cobran más relevancia en un entorno de seguridad deteriorado. Asimismo, creemos que no es realista esperar a que surja un entorno de seguridad perfecto. Si las condiciones ideales de seguridad fueran necesarias para el progreso jurídico en esta materia, no se hubiesen podido negociar numerosos instrumentos seminales en el ámbito de desarme, adoptados en un contexto de Guerra Fría.

En los acercamientos y enfoques en torno a la reducción del riesgo nuclear, no favorecemos la consideración de propuestas que sometan las obligaciones y compromisos previamente acordados en marcos pertinentes como las Conferencias de Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), a condiciones que no estén comprendidas en su ámbito de aplicación.

Señor Presidenta,

El compromiso de Cuba con el desarme nuclear ha sido firme y constante; y encuentra incluso, un reflejo constitucional, como parte de los principios de política exterior reflejados en la Constitución de la República de 2019.

Para mi país, el desarme nuclear es y debe continuar siendo la más alta prioridad en la esfera del desarme, y del trabajo de este órgano. Ello debe tener un reflejo en sus labores y en las discusiones que en su seno se celebren.

Mantenemos nuestra posición de principio de que la única garantía efectiva contra los riesgos, el uso o la amenaza de uso de las armas nucleares es su eliminación total, de manera transparente, verificable e irreversible. Por ello, finalizamos esta intervención haciendo un llamado a la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) y sus disposiciones.

Muchas gracias.

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